El fuego que se originó sobre las cuatro de la tarde de ayer en la zona conocida como Montebola, entre El Encinar y la casa de la duquesa de Valencia, arrasó entre 50 y 60 hectáreas de encinas y chaparra, según las estimaciones del alcalde en funciones de Cáceres, Joaquín Rumbo, que se desplazó al lugar hasta que el incendio quedó controlado. Según informaron fuentes de la Junta, que emplazaron a hoy para cifrar las hectáreas calcinadas, el fuego quedó controlado a las 18.45 horas. En las tareas de extinción participaron tres helicópteros, un avión de coordinación, cuatro retenes con tres camiones, la Unidad Móvil de Meteorología y dos agentes de Medio Ambiente, así como tres unidades del Servicio Provincial de Prevención e Extinción de Incendios (Sepei) de Cáceres, con dos dotaciones y un camión nodriza, y una máquina y un tractor.

Al frente de los trabajos estuvo el jefe de servicio del Plan Infoex y el coordinador de la zona. Asimismo, participaron ocho agentes de la policía local, comandados por la jefa accidental, Isabel Mendoza, y el jefe de guardia, Ramón Alvarez; la Policía Nacional y la Guardia Civil.

El fuego, muy aparatoso a la vista, avanzó rápidamente en dirección a Cáceres y la Guardia Civil decidió desalojar a tres miembros de una familia de su casa por precaución. La familia se trasladó al Cámping Ciudad de Cáceres. Los efectivos de los cuerpos y fuerzas de seguridad también se encargaron de avisar y tranquilizar a los residentes de las urbanizaciones cercanas a la zona del incendio, así como a los responsables de El Encinar.

Aunque inicialmente, las llamas avanzaban en dirección al club deportivo, según relataron testigos, un cambio del viento desvió el fuego hacia La Sierrilla y la carretera de Casar. "En media hora el fuego se ha comido el cerro de Montebola", explicó Javier Díaz, encargado de la estación de servicio Petronor.

Una de las fincas afectadas por el fuego fue la de Santo Toribio, propiedad del ganadero José Juan Narváez Díaz, quien criticó la tardanza del Sepei en llegar a la zona. Por su parte, los bomberos, aseguraron que cuando recibieron el aviso llegaban de apagar otro fuego en Trujillo, defendieron su celeridad, y confirmaron que llegaron sobre las 16.25 horas y no a las 16.45 como afirmó el ganadero. Narváez, que calculó que se habían quemado 10 hectáreas de su finca, sospecha que el incendio fue intencionado "porque a las 9.00 tuvimos que apagar un pequeño fuego". Retenes de guardia controlaban al cierre de esta edición que el fuego no se reavivase.