«¿Cómo se hacen unos pantalones?», pregunta Sebastián Navarro ante una audiencia muy particular. El modisto cacereño contó ayer con unos aprendices muy poco habituales en su taller. Medio centenar de escolares del último curso de Educación Infantil del colegio Dulce Chacón trasladaron el aula al atelier del sastre desde primera hora de la mañana.

La iniciativa estuvo organizada por las tutoras Carmen Floriano y Teresa Calvo. Fue la nieta de Navarro, que pertenece a una de las clases la que propuso la idea de visitar el local en el que su abuelo confecciona los trajes y vestidos para los cacereños. «Nos interesa mucho que participen en actividades fuera del aula y que puedan observar y ver otras realidades con sus ojos», sostiene. Así, desde las diez de mañana, los pequeños alumnos recorrieron el local que regenta el sastre en la calle Rodríguez Moñino y Navarro les mostró cómo diferenciar tejidos y cómo elaborar sus propios diseños. Al margen de las futuras vocaciones que se pudieron sembrar ayer, numerosas al término de la charla, Navarro incidió también en la importancia de reutilizar las prendas que ya no se usan. «Es más importante que sepan de dónde sale la ropa que llevan y que aprendan a cuidarla», concluyó.