THtabiendo sido portavoz en el Ayuntamiento de Plasencia, diputado provincial en la Diputación de Cáceres, vicepresidente segundo de la Asamblea de Extremadura y diputado en la misma, y habiendo asistido a tantos cuantos plenos ordinarios y extraordinarios se celebraron en esas instituciones, suponía que estaba al cabo de la calle en lo que concierne a sorpresas que se dan en el ámbito político o, por decirlo de otro modo, pensaba que ya había presenciado todo desafuero posible que pudiera cometerse en las instituciones públicas. Sin embargo, el pasado catorce de mayo asistí al pleno municipal del Ayuntamiento de Cuacos de Yuste y pude comprobar que aún me quedan muchas cosas por ver.

En el orden del día del referido pleno aparecía como principal atractivo la aprobación inicial del Plan General Municipal (P.G.M.) que había sido cuestionado en septiembre del año pasado con la presentación de doscientas firmas de vecinos y numerosas alegaciones. Estas alegaciones fueron en su inmensa mayoría rechazadas basándose en argumentos procedentes de los mismos redactores del Plan General contra el que iban dirigidas. Dicho de otra manera, el alcalde y los concejales de su grupo permiten que se produzca la manifiesta injusticia de que los redactores sean a su vez juez y parte. El alcalde del Ayuntamiento de Cuacos desoye las quejas de buena parte de los cuacareños y se pone de modo automático, cual máquina, al servicio de los intereses de unos pocos. Ni un solo argumento o razonamiento fue emitido por el presidente de la corporación municipal.

X¿YCUALES SONx esos intereses? ¿Qué es lo que está en juego? El P.G.M. en cuestión pretende realizar varios viales que afectan a numerosos pequeños propietarios de fincas y edificios. Dos de estos viales tienen como único objetivo proporcionar nuevas vías de comunicación a sendos "polígonos industriales", "polígonos" que ya disponen de acceso suficiente por lo que no son necesarias nuevas infraestructuras, máxime cuando, además, incumplen la legislación vigente que requiere que los mismos tengan carácter supramunicipal.

un tercero que, partiendo de la plaza de la iglesia, comunica con otra calle con mínima visibilidad y que afecta además a lo que en el pasado fue un cementerio anejo a la iglesia. No se entiende, por tanto, que la Administración tenga que realizar estos viales. La única explicación son esos intereses antes mencionados, que paso a explicar.

* Este artículo lo ha escrito Eugenio Hornero Alvarez.