El Juzgado de Instrucción Número 7 ha decidido archivar la denuncia contra la directora del colegio San Francisco (ahora Ribera del Marco) por presuntos malos tratos a una alumna con Trastorno del Espectro Autista (TEA). La titular del juzgado no considera acreditado en base a las pruebas aportadas, entre las que se encuentran las grabaciones de tres días de clase, que se cometieran los delitos. Tampoco lo acreditan las declaraciones de dos cuidadoras que aseguraron que habían sido testigos de dichos malos tratos. El caso no está cerrado porque la madre de la menor ya ha recurrido la decisión a la Audiencia Provincial de Cáceres.

El pasado mes de diciembre el abogado que defiende a la madre de la alumna entregó en el juzgado los audios, que habían sido limpiados por la policía científica de Madrid, para que fueran incorporados a la causa; en cambio el juzgado no estima que sirvan como prueba para acreditar la imputación de los delitos a la directora del centro escolar. En dichas grabaciones no solo se escuchaba a la docente imputada en el caso, sino a otros profesores que presuntamente fueron testigos de la situación.

Cabe recordar que la progenitora descubrió los presuntos maltratos al esconder una grabadora a su hija en la mochila, en la que se grabaron tres días de clases, en total diez horas. En las mismas se escuchan presuntamente expresiones despectivas, insultos, gritos y violencia contra la menor. Tras conocerse los hechos la Junta de Extremadura decidió apartar a la directora de sus funciones hasta que se aclarara el caso, que saltó a la luz hace año y medio. La docente ya se ha incorporado de nuevo al centro. La que no continúa en el colegio es la menor, que se forma ahora en su casa.

Decidió esconder la grabadora después de ver en televisión que un padre había hecho lo propio con su hija en un colegio de Getafe, tras sospechar que también sufría malos tratos en el centro donde estudiaba. Tras conocerse la noticia del caso en Cáceres, esta madre cacereña recibió varias llamadas de otros progenitores de varios lugares de España que querían consejo sobre cómo actuar para averiguar también si sus hijos, también con el mismo trastorno, estaban siendo maltratados en el aula.

La directora y la comunidad educativa siempre han negado los hechos. Durante su declaración en el juzgado cuando se denunciaron los hechos, en el verano del 2018, aseguró además no se le había informado del trastorno de la niña, ni tampoco se le había comunicado el protocolo de actuación ante las situaciones que pudieran derivarse de su diversidad. Ella asegura que los audios estaban descontextualizados.

El caso ha sido uno de los más mediáticos. De hecho fue recogido por varios de medios de comunicación a nivel nacional. La comunidad educativa regional siempre ha estado de parte de la directora del centro y se llegaron a realizar varias concentraciones para mostrar su apoyo y para exigir más medios en los centros para poder atender a los alumnos con este tipo de diversidades. El caso aún no está cerrado, ya que la Audiencia debe decidir ahora si confirma el archivo u ordena su reapertura.