Los expertos hablan de tesoros y auténticas joyas documentales dormidas durante siglos. Por primera vez, los cacereños pueden conocer su historia de primera mano a través de planos, expedientes, libros, bandos y cédulas reales que se remontan al medievo y que cuentan cómo se fue gestando la ciudad: sellos de reyes antiquísimos, el proyecto de la primera bandeja de la plaza en el XIX, croquis de los accesos originales al hospital, un plano detallado de los comercios y viviendas de Ezponda hace 150 años... El Archivo Histórico Municipal ofrece una primera exposición de parte de los 10.000 documentos que ha conservado a lo largo de muchas centurias, y que jamás han salido a la luz.

El archivo se trasladó en octubre al palacio de la Isla, donde se están catalogando los 4.049 libros, 6.144 legajos y más de 50 documentos encuadernados en pergamino para contribuir al conocimiento de la historia local con mayor rigor científico. Pero además, el ayuntamiento ha decidido exponer cada mes de abril una parte de la herencia. La primera muestra, Historias de papel , puede visitarse del 15 al 30 de abril y reúne unos 40 documentos de los siglos XVI al XIX.

EL CATASTRO DEL XVIII La selección incluye, por ejemplo, auténticos sellos de soberanos como Sancho IV el Bravo , Enrique III o los Reyes Católicos, pero también libros en pergamino, como la colección prácticamente completa del catastro del Marqués de la Ensenada (siglo XVIII) para el pago del impuesto único, donde se recogen todas las propiedades que existían en Cáceres: casas, fincas, viñas, molinos, batanerías, bienes eclesiásticos.... Por entonces se entregaban copias a la corona, la chancillería y los ayuntamientos (éste es el caso).

Otra alhaja: uno de los pocos ejemplares de la primera Constitución Española (1812). Pero también se expone la Constitución de 1837, el Libro de Nobles de 1714, la Real Ejecutoria ganada al Monasterio de Guadalupe (1577), el Libro de Escrituras de Baldíos (1743), Libro de Derechos y Acciones del Ayuntamiento (1875), un callejero de 1852, un padrón municipal de 1898, el Libro de Labranzas de 1554, y el Libro del Fuero y Documentos de la Historia Local (1612). Y en un lugar destacado, el Teatro Crítico Universal (edición de 1759).

Otra sección más que curiosa es la de los planos de obra, ampliados por la Universidad Popular. Aparece un croquis de 1887 de la torre de Bujaco, con el dibujo del un gran templete para la Diosa Ceres que nunca se levantó y el reloj que le dio nombre durante años. También el proyecto de la primera bandeja de la plaza Mayor (por entonces plaza de la Constitución), diseñado por Agustín Gómez de Santa María en 1842, que se acometió sin la fuente central. Junto a él se aprecia el plano para urbanizar la zona de las Hermanitas de los Pobres (1882). Vías como Antonio Silva, hoy en pleno centro, aparecen sencillamente como calle 1 o calle 2 .

CACERES SIN CANOVAS Pero también puede verse el plano de los accesos al Hospital Provincial, entonces en construcción (1889). "El proyecto ya contemplaba el actual parque de Calvo Sotelo y una subida y bajada para carruajes desde la avenida de España, entonces carretera de Mérida, hasta el centro sanitario", explica Fernando Jiménez Berrocal, director del archivo, que ayer inauguró la muestra junto con los concejales Cristina Leirachá y José Antonio Villa. En el boceto también se aprecia la ronda de Cotallo, hoy Alfonso XIX, y una calle trazada desde las traseras del Gran Teatro hasta Cánovas que nunca se abrió (hoy es un callejón sin salida).

Además, el público puede contemplar el plano del antiguo ayuntamiento que estuvo en los Balbos hasta 1858, y el proyecto del arquitecto Michelena (diseñó el consistorio actual) para reconstruir Fuente Fría en 1861, donde pueden adivinarse los senderos y puentes del Marco. También aparece un croquis de 1883 de la actual calle General Ezponda con sus casas y comercios de familias muy vinculadas a Cáceres: José Calaff, Salgado, Lesmes Valhondo, Carvajal...

LA MINERVA, CASTEL... Entre los documentos más singulares destacan las facturas que ha conservado el ayuntamiento, una auténtica guía comercial del Cáceres del siglo XIX: La Minerva; la imprenta de Nicolás Jiménez; la farmacia, droguería y tienda de gaseosas de Castel; el almacén de hierros, aceros y ferretería de Gabriel González Díez... Incluso existe un recibo del primer cinematógrafo que llegó a Cáceres en una feria de 1898. También se muestra el inventario de los objetos que debía tener una escuela en 1872 (mapas, cuadro de la Virgen de la Montaña...) y las facturas de las míticas cartillas de Calleja.