Mientras España y los cacereños se acostumbran a manejar el euro, la nueva moneda que entró en circulación el 1 de enero del 2000, y el mundo llora por los atentados del 11-S contra las Torres Gemelas y el Pentágono en Nueva York y Washington, esta cabecera anuncia un nuevo impulso en la región: La creación de Servicios de Impresión del Oeste (SIO), un gigante gráfico que nació para asumir la impresión de periódicos en todo el oeste peninsular con el periódico EXTREMADURA como diario estrella entre más de 30 títulos. Con tecnología punta, la planta se inauguró en 2002 en Plasencia.

Un año antes, con el estreno del nuevo siglo XXI, Cáceres acogió la convención anual del Grupo Zeta, hólding empresarial al que pertenece este diario, donde anuncia que invertirá 700 millones de euros en la región, capital que iba a destinarse sobre todo a la construcción de la gran planta de impresión.

Contra el cierre de bares

Pero sin duda la noticia que más recordarán los cacereños será la de un nuevo altercado en La Madrila por el adelanto en el horario de cierre de los bares de copas, que acabó con la paciencia de los jóvenes. La Madrila ardió una madrugada de octubre del 2002, justo una década después de los altercados contra la Ley Seca. Fue la mayor revuelta juvenil que se recuerda. Miles de personas protestaron y lo hicieron de la peor manera posible: pegando patadas y quemando contenedores. Seis jóvenes detenidos, uno de ellos menor de edad (cinco ingresaron en prisión), y tres policías locales heridos, fue el resultado de los enfrentamientos.

Según los datos había entre 1.000 y 3.000 manifestantes (cifras de la delegación del gobierno y de los testigos presenciales). Lo cierto es que los hechos volvieron a pillar por sorpresa a los cuerpos y fuerzas de seguridad y a las autoridades, que no pudieron frenar a tiempo la imparable revuelta juvenil.

Así, al día siguiente del primer altercado el delegado del Gobierno en Extremadura, Oscar Baselga, decidió enviar a Cáceres a 40 policías antidisturbios. Ni siquiera el cerco policial (había más de un centenar de agentes) apaciguó a los manifestantes el siguiente fin de semana (11 de octubre), cuando volvió a vivirse otra noche de infarto que se saldó con cinco detenidos.

La ronda Norte

La otra gran noticia de este lustro fue la inauguración de la ronda Norte. El 6 de octubre del 2004 Antonio Gutiérrez, veterano conductor de Autocares Gil, fue el primer cacereño que estrenó la travesía, la mayor obra urbana desde 1970, año en que entró en funcionamiento el Guadiloba. La apertura de la ronda consiguió entroncar por el norte la N-630 y la N-521 a través del R-66, el parque del Príncipe y la Mejostilla.

La ejecución del viario norte costó a la Junta de Extremadura 21 millones de euros. Se construyó en terrenos municipales, tiene 6,3 kilómetros de largo y soporta una intensidad media de 10.000 vehículos diarios. Sirvió para aliviar el tráfico del centro y dotar a la ciudad de un corredor verde por el que peatones y ciclistas circulan en paralelo a los coches.

En el momento de su inauguración el presidente de la Junta, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, se comprometió a mediar con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, para que la ronda Este y el trasvase de Portaje fueran una realidad. Cáceres a día de hoy aún espera estas actuaciones.