Los coches tienen que aguantar más, sí o sí, porque no hay previsión de renovarlos. Así piensan bastantes ciudadanos acuciados por la crisis, el temor al desempleo o el infortunio de un paro ya inevitable. "Las revisiones han descendido porque la gente mira más el dinero, pero las reparaciones han aumentado entre un 50% y un 60%. En muchos casos son coches viejos que en otros tiempos ya se hubieran dado de baja, pero ahora tienen que aguantar como sea, y así nos lo piden los clientes", explican Jesús y Elías Denche, desde su taller de Hernández Pacheco. Los usuarios también solicitan hoy piezas nuevas, no de desguace, para que el vehículo funcione más tiempo. "Y por supuesto, tenemos que ajustar los presupuestos, incluso intentamos reducir el tiempo en mano de obra porque la gente no llega...", subrayan.