Los ladrones dieron ayer un nuevo golpe en el polígono industrial de Casar de Cáceres. Las naves del centro de jardinería TopCampo, por segunda vez en lo que va de año, y del hipercash Cáceres fueron las víctimas del asalto, que se produjo de madrugada. En la primera robaron una furgoneta en la que después cargaron doce palés de licores (unas 600 cajas con alrededor de 5.000 botellas de whisky, ginebra y ron), así como perfumes de marca. El botín está valorado aproximadamente en unos 36.000 euros (incluido el valor del vehículo), según informaron ayer a este diario los responsables de ambas empresas.

En la nave del hipercash, los ladrones practicaron varios butrones en la fachada posterior y desde ellos accedieron directamente a la mercancía que buscaban. La nave es de material de chapa y los ladrones utilizaron tenazas especiales o hachas para abrir los boquetes. Supuestamente, según la reconstrucción de los hechos que ofrecieron los industriales, primero sacaron de la nave la mercancía que pretendían sustraer (los licores y perfumes) y a continuación se trasladaron a TopCampo para hacerse con la furgoneta y cargar el botín.

GASOIL PARA EL FURGON Al centro de jardinería también accedieron por la parte de atrás, rompiendo la malla metálica que rodea el recinto industrial y lo separa de las vías del tren. No llegaron a entrar en el interior de la nave, únicamente en el área exterior donde se guardan los vehículos, que "debían presuponer tendrían las llaves puestas". Allí, vaciaron los depósitos de gasoil de tres de los vehículos para llenar el del furgón de reparto más grande (valorado en unos 18.000 euros y rotulado con el logotipo de la empresa), que fue el que se llevaron tras forzar la puerta de acceso.

Una vez con el furgón y varias herramientas de la misma empresa, se trasladaron al hipercash para cargar las cajas. "Buscaban un medio de transporte y deduzco que debían tener controlada la nave porque sabían dónde estaban los vehículos", detalló el propietario de TopCampo. La capacidad del vehículo (de unos 18 metros cúbicos) era inferior al material que habían extraído de la nave, por lo que abandonaron en la calle alrededor de 100 cajas de licores que no pudieron transportar.

GRABACION DE LAS CAMARAS En ninguna de las dos naves saltaron las alarmas. El modus operandi apunta a que los autores del asalto habían estudiado el interior de los locales con anterioridad y sabían cómo eludir los sistemas de seguridad. "Estaba calculado. Han entrado justo por donde los sensores de las alarmas no detectan el movimiento", explicó Manuel García, gerente del hipercash.

Las cámaras de seguridad de esta nave sí registraron en cambio la acción de los ladrones sobre las tres de la madrugada. Las cintas están ya en poder de la Guardia Civil, que trata de identificar a los asaltantes. Miembros de la Policía Científica de la Benemérita tomaron ayer huellas y otras pruebas que puedan conducir a la detención de esta banda de delincuentes que tiene en jaque a los industriales.

"No hay vigilancia en todo el polígono y nos sentimos realmente desprotegidos", lamentó Manuel García, que puso en duda que la Guardia Civil patrullara ayer de madrugada por el polígono como le informaron los agentes de la investigación. "Los ladrones se han movido a sus anchas por la zona y han estado varias horas cargando las cajas, los tenían que haber oído", concluyó.

Además del valor de lo sustraido, los daños han sido considerables, aunque ayer aún no se habían podido cuantificar, así como los trastornos que han ocasionado a los industriales en su actividad. "Hoy teníamos que hacer varios repartos con este furgón y nos veremos obligados a alquiler uno de la misma capacidad", reconoció con impotencia el dueño de TopCampo.