Asesino y por dos veces. El monumento a Hernán Cortés ubicado en la plaza de Alférez Provisional apareció ayer pintado con la palabra "asesino" en el segundo ataque vandálico a una escultura del conquistador extremeño en menos de dos meses en la región. En agosto una estatua fue rociada con pintura roja en la localidad pacense de Medellín, donde nació, hecho que se atribuyó en una nota el grupo Ciudadanos Anónimos pidiendo su retirada al considerarla "una representación fascista".

Sin embargo, en el caso ocurrido en la capital cacereña el autor o autores no dejaron ningún rastro. La policía local inspeccionó ayer las grabaciones de cámaras de seguridad del edificio del Banco de España, ahora de Hacienda y Catastro, sin obtener resultados. Antes del mediodía, Conyser, empresa concesionaria del servicio de limpieza, ya se había encargado de borrar el espray blanco utilizado para dejar impreso en los dos lomos del caballo la palabra "asesino".

Los ataques vandálicos contra la estatua no son nuevos. Desde que se colocara en 1986 en el centro de la plaza, la figura de Hernán Cortés ha sido manchada con pintura, aunque nunca como blanco para pintadas ofensivas. La escultura urbana fue inaugurada en junio de ese año. Está realizada en bronce, tiene cinco metros de altura y fue una obra póstuma del escultor Enrique Pérez Comendador (Hervás 1900, Cáceres, 1981).

El autor ya había fallecido cuando la obra se fundió en la fundición de Eduardo Capa, según reseña la catedrática María del Mar Lozano Bartolozzi en un estudio sobre escultura pública y monumentos conmemorativos en Cáceres. Fue una iniciativa de la Diputación de Cáceres cuando gobernó Manuel Veiga, apoyada por el alcalde Juan Iglesias que se hizo cargo del montaje y el pedestal.

LAS MULTAS Carlos Jurado, concejal de Seguridad Ciudadana, aseguró ayer, tras conocer los hechos por este diario, que se trata "de un acto vandálico que, por desgracia, es más frecuente de lo que nos gustaría". Advirtió de que el autor o autores se enfrentarán, si son identificados, "a fuertes multas al tratarse de daños contra el patrimonio".

La ordenanza municipal reguladora de la convivencia ciudadana y de la protección del entorno urbano considera "una infracción muy grave realizar pintadas o grafismos en cualquier parte de un edificio o monumento de interés cultural, histórico o artístico". Las multas oscilan entre los 1.500 y 3.000 euros.

Además de los daños en esta escultura, ayer por la mañana también apareció manchada con pintura blanca la de capuchones en homenaje a la Semana Santa en la plaza de San Juan, limpiada también por Conyser.