Treinta meses después de que los obreros colocasen el primer andamio en San Mateo, los hosteleros cacereños José Antonio Polo y Toño Pérez ven cumplido su sueño. El Atrio Restaurante Hotel abrirá sus puertas la próxima semana en el corazón de la ciudad monumental en una antigua casa señorial, convertida ahora en un establecimiento de 5 estrellas de la cadena Relais&Ch teaux.

Con 14 habitaciones --cinco de ellas suites-- repartidas en dos plantas, acabados en madera de roble y piedra y una apuesta por el blanco, el proyecto dará empleo a 50 personas tras una inversión de más de 10 millones de euros. Diseñado por los arquitectos Tuñón y Mansilla, los mismos del Centro de Artes Visuales Helga de Alvear, el Atrio Restaurante Hotel descubre por primera vez sus encantos.

La entrada estará en el lateral del edificio más cercano a la calle Ancha, con dos puertas: una dará acceso a una cafetería y otra a la recepción, que romperá con la tradición ya que los clientes serán atendidos en un espacio con mesas y sofás.

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En la planta baja también estará el restaurante que, con una capacidad inicial de 36 plazas, mantendrá los mismos acabados que las habitaciones e incorporará unas modernas sillas de enea realizadas en Dinamarca. El comedor, comunicado con la cocina a través de una gran hoja de cristal, tendrá vistas al patio, donde se ha levantado una pérgola de hormigón de color blanco. En este espacio al aire libre se ha plantado un madroño centenario.

En el sótano habrá una bodega, con capacidad para 36.000 botellas, y la sala de catas, uno de los espacios más sorprendentes, en forma circular, que alberga además la denominada "capilla", reservada para los vinos de mayor valor. En las habitaciones destacan los vanos de las ventanas, forrados en madera, además de ordenadores Mac y teclados inalámbricos. En la terraza los visitantes dispondrán de dos piscinas con vistas a la torre de San Mateo, otro atractivo de este espacio privilegiado.