Creo que sí, que esta vez el proyecto le va a gustar a la gente porque el entorno prevalece y porque prevé una actuación con la mayor legalidad del mundo". Con esta explicación defendía ayer el copropietario del restaurante Atrio, José Polo, el nuevo diseño del hotel de lujo proyectado en la plaza de San Mateo, cuyo aspecto final adelantó ayer en imágenes EL PERIODICO. "Confiamos en que la comisión apruebe el lunes la modificación del Plan Especial para que salga adelante", señaló.

El proyecto, según confirmó José Polo, se presentará a la opinión pública previsiblemente la semana que viene, si la comisión de seguimiento del Plan Especial de la ciudad monumental le da el visto bueno. Los promotores y los arquitectos ya anunciaron su intención de realizar una presentación a la sociedad cacereña para explicar al detalle la actuación y evitar malas interpretaciones. Polo contactó ayer con los arquitectos para fijar una fecha la próxima semana tras la comisión. "Será unos días después, dependiendo del resultado de la comisión", dijo.

Operación de estéticaPolo consideró que el nuevo diseño pasa "desapercibido" en la plaza y permite que el entorno prevalezca. Reconoció nuevamente que "no se pueden hacer las cosas en contra de todos", de ahí la rectificación sobre la idea inicial, que planteaba en los dos edificios afectados una construcción cúbica. "Nuestra idea era hacer un palacio del siglo XXI con el lenguaje del siglo XV, con ventanas por ejemplo del medievo, pero no se puede ir en contra de la gente", manifestó.

En su opinión, esta segunda propuesta contempla una actuación "más tranquila". "Es un proyecto de piel, una operación meramente de cirugía estética y va a quedar bien". Sobre la creación de la terraza, que podría ser uno de los aspectos más controvertidos, explicó que ambos edificios cuentan ya con terrazas y que se construirá un peto de un metro que impida a los huéspedes del hotel asomarse al exterior pero sin quitar las vistas.

Los plazos de ejecución de la obra están en el aire, ya que los trámites burocráticos que tiene que salvar aún el proyecto son muchos, aunque José Polo adelantó ayer que si todos fueran favorables "a mí me gustaría estar trabajando en los edificios en verano, aunque me da miedo hacer ya pronósticos".

El primer examen que tiene que salvar el proyecto será el lunes en la comisión de seguimiento del Plan Especial, que visa todas las actuaciones en la ciudad monumental. Esta comisión está formada por representantes de las administraciones, colegios profesionales, la Universidad y constructoras. Tras su dictamen, que no es vinculante pero se tiene en cuenta, deberá ir a la comisión de Urbanismo. El proyecto anterior logró un primer dictamen favorable en la comisión del Plan Especial y, sin embargo, uno en contra definitivo casi un año después.