El conductor que hace algo más de un año atropelló en la avenida de Alemania a un anciano que unos meses después falleció será juzgado próximamente con una clara discrepancia entre la defensa y las acusaciones respecto a la calificación de los hechos. Mientras que la defensa estima que la acusación debe ser por una falta de imprudencia leve, el fiscal y la acusación consideran que ha de serlo por un delito de homicidio imprudente.

El abogado de la familia del fallecido, Juan María Expósito, al igual que el fiscal, acusa al conductor, José Antonio M. R., de un delito de homicidio imprudente, al considerar que la muerte de Florian Pulido fue consecuencia del atropello. Solicita por este delito una pena de cuatro años de prisión y seis de privación del derecho a conducir --el fiscal pide tres años de prisión y tres de privación--; y se le acusa asimismo de un delito de omisión del deber de socorro por el que ambos piden dos años de prisión.

Por su parte, Estanislao Martín, abogado del acusado, considera que a su defendido no puede imputársele un delito de homicidio imprudente "ya que no está absolutamente determinado que el lamentable fallecimiento de Florián Pulido tenga como única causa el traumatismo sufrido como consecuencia del accidente de tráfico en el que resultó golpeado por el vehículo conducido por mi defendido".

A su juicio no procede por tanto, "por muy grave y lamentable que fuera el resultado del accidente", la calificación de homicidio imprudente; como tampoco técnicamente la de omisión del deber de socorro, "ya que paró y si después huyó fue por miedo a las amenazas de otros peatones que ya estaban atendiendo al herido"; ni la de conducción temeraria, "ya que circulaba a una velocidad nunca superior a los 60 kilómetros por hora y además el señor Pulido cruzaba por el paso de peatones pero estando la luz roja para los peatones".

EL SUCESO La defensa estima, por tanto, que sólo se le puede acusar de una falta de imprudencia leve con resultado de lesiones o, subsidiariamente, de imprudencia leve con resultado de muerte, e imponérsele una multa de 45 o 90 euros.

El abogado del acusado discrepa con el fiscal y la acusación particular en cuanto a los delitos de los que puede ser acusado José Antonio M. R., y lo hace también en lo que fue el hecho en sí, el accidente ocurrido a las 16.30 horas del 22 de noviembre del 2004 a la altura del número 19 de la avenida de Alemania.

El acusado mantiene, y así lo refleja su abogado, que circulaba, nunca a más de 60 km/h, en dirección a la Cruz de los Caídos cuando un coche que lo hacía inmediatamente delante de él freno bruscamente, pese a estar el semáforo en verde, al llegar a un paso de peatones. "El brusco frenazo le obligó a cambiar de carril viéndose sorprendido por el peatón, que cruzaba en rojo y al que no pudo evitar golpear pese a frenar apenas dos metros antes del paso de cebra".

Las acusaciones, por su parte, mantienen que circulaba a "excesiva velocidad", a entre 85 y 90 kilómetros por hora, por lo que "cuando se percató de la presencia del peatón pisó los frenos y recorrió unos 30 metros sin control del vehículo, tras lo cual atropelló brutalmente a Florián Pulido, al que lanzó a unos 16 metros del paso de peatones.