La Audiencia Provincial de Cáceres ha dictado sentencia absolutoria para una cacereña que hace poco más de un año fue condenada por una falta de malos tratos. Aquella sentencia condenatoria, dictada por el Juzgado de Instrucción número 1 de Cáceres, convertía a Montaña S. M. en la primera mujer condenada en la capital cacereña por malos tratos en el ámbito familiar.

Su presunta víctima, su marido, Rafael M. B., del que entonces se encontraba en trámites de separación. Fue él, junto con su abogado, Angel Luis Aparicio, quien informó de aquella sentencia condenatoria a EL PERIODICO --se publicó el 16 de julio del 2003--. Hoy es su exmujer, su presunta agresora, la que hace público el fallo que la absuelve y la declara inocente.

Montaña S. M. se ve hoy libre de toda culpa, y se siente satisfecha "porque aunque en un primer momento se dudó de mi inocencia, yo nunca dejé de confiar en la justicia, una confianza que hoy se ve recompensada".

LOS HECHOS Hace algo más de un año Montaña S. M. se enfrentaba a un juicio rápido por una presunta falta de malos tratos. La denunciaba su exmarido, Rafael M. B., que la acusaba de haberle golpeado en la cara y romperle las gafas graduadas que portaba, agresión de la que requirió asistencia médica.

El Juzgado 1 de Cáceres, que instruyó el caso, consideró probados dichos hechos y, el 4 de julio del 2003, condenó a Montaña S., como autora responsable de una falta de lesiones, "a la pena de multa de un mes con cuota diaria de seis euros, con arresto sustitutorio en caso de impago", así como a indemnizar a su exmarido por las gafas rotas.

Contra esta sentencia condenatoria presentó Montaña S., 17 días después, concretamente el 21 de julio del 2003, recurso de apelación ante la Audiencia Provincial de Cáceres, que ahora ha dictado fallo absolutorio.

En su fallo, la sección segunda de la Audiencia Provincial revoca la sentencia dictada por el Juzgado número 1, "absolviendo libremente y con todos los pronunciamientos favorables inherentes a ello a la hoy apelante".

Para Montaña S. esta sentencia "supone el reconocimiento de la justicia a mi inocencia, a algo que yo siempre proclamé". Esto es importante, pero ella indicó ayer a este diario que lo que verdaderamente le importa es que se sepa que su exmarido --recuerda que le ha denunciado varias veces por causarle malos tratos a ella--, y sobre todo su abogado, "mintieron". Quiere, sobre todo, dejar muy claro que siempre ha protegido a sus hijos, "y no es cierto, como dijo el abogado, que uno de mis hijos presenciara agresión alguna".