La Asociación Unificada de la Guardia Civil aseguró ayer que no se quedará «cruzada de brazos» ante «las represarias rancias y extemporáneas» que, en su opinión, están recibiendo desde que dio a conocer prácticas «poco éticas» de los jefes de la comandancia al hacer regalos a hosteleros.

Asimismo, la AUGC recalcó ayer que actuará «con toda la fuerza» de la organización para «plantar cara ante estos abusos», además de no permitir que acallen su voz por mucho que lo intenten.

De este modo, en nota de prensa, la AUGC expuso ayer que, desde que comunicó esas prácticas que entendía como poco éticas, el clima de trabajo que se respira en la unidad «no es el más favorable, ya que dicho oficial ha iniciado una campaña de presión a todos los componentes de la Usecic, al revelarse dicha información comprometida».

Todo parte de una denuncia que lanzó la AUGC a finales de junio. La Unión de Oficiales de la Guardia Civil contestó días después asegurando que el regalo al hostelero cacereño se trataba de «un hecho puntual de agradecimiento por la ayuda recibida en un momento concreto y no de una práctica habitual».