Las alergias van en aumento, y además a paso rápido. Según los datos publicados el jueves en este mismo diario, la Sociedad de Alergología de Extremadura estima que a día de hoy un 25% de la población sufre los síntomas en primavera, y que en el año 2020 ese porcentaje se elevará al 50%. Visto lo visto, el Servicio Municipal de Parques y Jardines ya está condicionando su planificación: por un lado recorta ampliamente las nuevas plantaciones de las especies con más alérgenos --sobre todo plátanos, cipreses y olivos--, y también procede a la eliminación progresiva de los ejemplares ya plantados.

En cualquier caso, esta medida no es la panacea ni una solución definitiva. Según la información facilitada por el jefe de la Sección de Parques y Jardines, Miguel Durán, de los 45.000 árboles que existen en Cáceres, algo más de 6.500 son los que producen mayores alergias. "El problema de una ciudad pequeña como ésta, rodeada de un gran entorno natural y agrícola donde abundan gramíneas y olivos, es que aunque eliminásemos todosesos árboles del casco urbano, seguiría llegando el polen de los campos. Aun así, para un alérgico no es lo mejor tener un plátano junto a su casa...", indica.

De hecho, las especies más perjudiciales ni siquiera lo eran hace dos décadas. Por eso las ciudades están llenas de plátanos o cipreses, muy comunes en jardinería, especialmente cuando apenas existían viveros privados y casi todas las plantaciones procedían de los públicos, que ofrecían un número limitado de especies (olmos, coníferas, plátanos...). "El problema no está en los árboles, que llevan miles de años generando el mismo polen, sino en las circunstancias que han hecho que ese polen hoy produzca reacción en las personas. Por eso tampoco sabemos a ciencia cierta si los árboles que ahora plantamos en sustitución de aquéllos podrían provocar alergias en un futuro", precisa Miguel Durán.

El plátano es la especie más abundante en Cáceres, con 3.685 ejemplares muy distribuidos. Generalmente tienen bastante antigüedad. La última plantación masiva se realizó en el R-66, pero se están retirando de forma progresiva por su gran desarrollo, por los problemas con sus raíces y por las alergias. Tampoco se plantan ya nuevos ejemplares en las aceras, quizás en algún parque, pero no es frecuente. Se sustituyen por almeces, un árbol autóctono que de momento no produce reacciones alérgicas.

Los cipreses, con 1.857 ejemplares, también están muy repartidos por la capital, pero ya no se plantan setos de coníferas. Los olivos, que suman 1.046 según el último cómputo, salpican parques y rotondas y abundan por ejemplo en la ronda Norte. Sin embargo, su supresión no resultaría muy efectiva ya que Cáceres está rodeada de olivares (la Montaña o la Sierrilla sin ir más lejos).

Las gramíneas provocan el mayor índice de alergias y están polinizando con más o menos intensidad durante meses. Hay 650 géneros con 9.000 especies, de hecho, la mayoría de las hierbas de hoja estrecha de los campos cacereños son gramíneas. Apenas se usan en jardinería, pero abundan en el entorno de la ciudad.