Las autoescuelas cacereñas atraviesan por segundo año consecutivo verdaderas dificultades para lograr que sus alumnos puedan examinarse, ya que se prevé que al menos el 50 % de ellos se queden a las puertas de optar a conseguir su permiso de conducir.

Este problema, que lleva ya arrastrándose durante un año, comenzó con la huelga de examinadores del pasado verano, y se agudiza durante el actual por la falta de esos mismos profesionales para examinar en la temporada estival, en la que se produce una mayor ratio de alumnos. Este hecho, unido a la modificación del calendario previsto para las autoescuelas de la provincia, que obliga a ceder a Cáceres un día de exámenes a Plasencia, agrava la situación.

Javier Miralles, responsable de la Autoescuela Gran Vía, advierte de que no se van a quedar «de brazos cruzados». «Si esto no se soluciona pronto, no dudaremos en manifestarnos contra la Jefatura de Tráfico para que tome de una vez las medidas necesarias», afirma. Miralles agrega que el problema principal se debe a que en la provincia cacereña «ahora mismo contamos exclusivamente con cuatro examinadores, cuando la plantilla en su origen debe estar compuesta por seis».

Además, durante agosto, la situación será aún más precaria: «si en julio no ha habido capacidad para 80 alumnos de los 160 dispuestos a presentarse, en agosto el porcentaje podría subir a un 80% de aspirantes que serán echados para atrás, debido a esa modificación del calendario por la que nos quitan un día», precisa.

Una de las conclusiones que sacan desde el sector es que sus vaticinios más pesimistas «se han cumplido», y probablemente muchos de sus alumnos deberán examinarse cuando empiece el curso, la mayoría de ellos en la ciudad en la que realizan sus estudios, pero no aquí en Cáceres, de la mano de la autoescuela con la que han hecho sus prácticas.

En relación con la prueba teórica, también se suceden algunos problemas: «somos los únicos que examinamos a ordenador». La DGT estipuló que los exámenes debían ser por vía electrónica, pero esta medida no ha llegado a muchas localidades cacereñas, que de momento no tienen presupuesto para asumirla. «Este hecho nos deja en clara desventaja al ser las aulas más limitadas puesto que hay que ajustar el número de alumnos a los ordenadores disponibles, lo que nos hace presentar un menor número de aspirantes por examen».

La desigualdad «manifiesta» con respecto a la provincia de Badajoz, es otro de los temas a poner sobre la mesa, y por el que las autoescuelas demandan soluciones: «Allí también hay problemas para examinar a alumnos en verano, porque aumenta el volumen de trabajo, pero son once examinadores, no cuatro, y además se realizan pruebas semanales en todos los centros, no una al mes, que es lo que tendremos nosotros», explica Miralles.

Frente a estos dos problemas, falta de examinadores y recortes en días, las soluciones pasan por «pedir responsabilidades a la Jefatura de Tráfico, y si es necesario, al mismo presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara». Esta situación podría desembocar incluso en «huelgas», porque «esto es vergonzoso», insiste Miralles.

LA JEFATURA RESPONDE / Por su parte, la Jefatura de Tráfico de Cáceres explica que hasta el momento ha prestado su servicio de la forma «más óptima posible absorbiendo en la práctica totalidad del curso escolar la demanda que se presenta de forma inmediata».

Añade que es cierto que durante los meses de verano esta misma demanda se incrementa, y por ese motivo, puede que algunos de los alumnos que se presenten no sean llamados a examinarse en la convocatoria inmediatamente siguiente, pero la Jefatura de Tráfico aclara que sí lo podrán hacer durante los siguientes 15 días, ya que ése es el periodo de tiempo que hay entre una y otra.

Con respecto al calendario, se garantiza que éste fue elaborado de manera exhaustiva, «tratando que a todos los centros de examen les corresponda una cantidad proporcionada a su población, y al número de alumnos que presentan, de modo que esa distribución sea lo más equitativa posible».

Para concluir, la Jefatura de Tráfico lanza un mensaje: «Ningún alumno se va a quedar sin examinar, porque al ofrecer un servicio público durante todo el año, si uno no entra en una convocatoria, puede pasar inmediatamente a la siguiente».