El 5 de mayo de 2006, el entonces presidente de la Junta de Extremadura, Rodríguez Ibarra, anunció la construcción de la autovía Cáceres-Badajoz con fondos autonómicos y un coste cifrado en más de 360 millones de euros. Aquel proyecto, cuya petición llevaba tiempo siendo un clamor tanto en Cáceres como en Badajoz, ha tardado quince años en arrancar, ahora de la mano del Gobierno central, que finalmente se ha hecho cargo de una infraestructura históricamente demandada en Extremadura. Es cierto que ha comenzado con una obra menor en la glorieta que conecta con Aldea Moret, pero desde el propio Gobierno, el diputado socialista César Ramos, portavoz de la Comisión de Fomento, insiste: «Hay voluntad de hacerla y esa voluntad, que es firme, se demuestra por varios hechos muy concretos».

El empresariado siempre ha venido reivindicando esta infraestructura para unir las dos únicas capitales de provincia sin un contacto directo por doble vía. Porque el rodeo a través de Mérida supera los 40 kilómetros, un coste excesivo para los transportistas y para quienes van y vienen a diario. La Federación Empresarial Cacereña (FEC) llegó a publicar un extenso e intenso estudio en mayo de 2004 que analizaba los beneficios de esta autovía: cifraba la generación de empleo a lo largo de seis hipotéticos años de construcción en 58.569 puestos; establecía un ahorro por reducción de siniestrabilidad de 86,2 millones de euros en 30 años (lo que significaba evitar muchas muertes y lesiones); y calculaba un ahorro por reducción de tiempos de viaje de 591 millones de euros anuales.

Dos años después de este informe se anunció que la autovía se haría, pero hasta 2021 no cuenta con un presupuesto acompañado de hechos que en principio confirman su arranque. El primero es la ampliación de la glorieta que conecta la N-523 (Cáceres-Badajoz) con la avenida de la Constitución, espina dorsal de Aldea Moret. Se hace para dar más operatividad y seguridad a la rotonda, que marcará el inicio de la autovía Cáceres-Badajoz. Una autovía que será prolongación de la A-58, que ya une Trujillo-Cáceres y que en adelante enlazará con Badajoz. Tendrá su propio acceso a esta glorieta mediante un nuevo ramal.

César Ramos, diputado socialista en el Congreso

«Hay voluntad de hacerla y esa voluntad, que es firme, se demuestra por varios hechos muy concretos»

Acometida por el Ministerio de Transportes y Movilidad como una obra de conservación, la mejora de la rotonda en realidad se ejecuta ahora para que no caduque la declaración de impacto ambiental (DIA) de la futura autovía, que se publicó en 2009, cuando la Junta tenía previsto construirla con sus fondos e incluso redactó el proyecto. «De este modo no perdemos la DIA y además damos un primer paso en nuestro objetivo de ejecutar la obra», afirma el diputado. «No dejaremos caducar estas declaraciones como han hecho otros Gobiernos para justificar que los trámites de los proyectos tenían que arrancar otra vez de cero. Insisto en nuestra voluntad de hacerla», rubrica.

El segundo hecho que alegan desde el Gobierno como muestra de que la autovía ahora sí saldrá adelante, consiste en el cambio de titularidad de esta carretera. El 14 de junio de 2019, la Ex-100 dejó de ser autonómica para convertirse de nuevo en la Nacional 523. Ese día se firmó el traspaso de la Junta al Estado, que finalmente, ante el proyecto fallido de la Administración autonómica, se hacía cargo de la misma para poder financiar y ejecutar su desdoble como autovía A-58, «Ya hubo un compromiso en la última etapa de Zapatero con el fin de cambiar la titularidad, pero nada se hizo hasta que volvimos al Gobierno en 2018, y en un año se materializó», concreta César Ramos.

La tercera garantía, prosigue el diputado, está en los propios Presupuestos Generales del Estado, que en 2021 contemplan 4 millones de euros para sacar a licitación la obra del primer tramo de la autovía (el proyecto ya fue aprobado en 2019). Este primer tramo, desde la Autovía de la Plata (A-66) a su paso por Cáceres hasta el río Ayuela, tiene 13,5 kilómetros cuyo desdoble supondrá 71 millones de euros, de los que 10 se proyectan para 2022; 10 para 2023; y 20 para 2024. Incluye dos viaductos, ocho pasos superiores y un paso inferior.

Es cierto que este primer Presupuesto de 2021 y las proyecciones de los siguientes no cubren el primer tramo, pero desde el Gobierno aseguran que «lo importante» es licitarla y arrancar, para ir ajustando después las inversiones. «Presupuestamos lo que se necesita, lo que sabemos que se va a invertir. De nada valen las trampas de otros gobiernos que ponían partidas muy amplias y pintaban en un mapa todo a sabiendas que no sería posible», declara el diputado. En cuanto a los siguientes tramos, «hay que estudiarlos y presupuestarlos, pero la intención de hacerlos es clara», insiste.

Sobre la conveniencia de ejecutar esta autovía, Ramos aclara que a día de hoy no se mide solo por el índice de vehículos. «Hablamos de unir dos capitales de provincia y de una carretera que tiene un tráfico continuo y un estado peligroso en algunos tramos», argumenta. En este sentido, la futura Ley de Movilidad tratará de evitar que los lugares con más movimiento y población tengan siempre prioridad en las infraestructuras, lo que ha provocado el desequilibrio territorial, para buscar «unas condiciones de movilidad parecidas en todos los ciudadanos». «No es de recibo que los extremeños sigamos sin un tren decente mientras el Ave Madrid-Sevilla está a punto de cumplir 30 años», denuncia César Ramos. De momento, esa ley es un proyecto.

La FEC no quiere más rémoras

El secretario general de la FEC, Pedro Rosado, recuerda que el denominado ‘Estudio sobre los efectos económicos y sociales de una nueva autovía de Cáceres a Badajoz’, de mayo de 2004, fue acompañado por reivindicaciones que casi dos décadas después siguen vigentes: la autovía, un tren digno, un abastecimiento de agua seguro, las primeras propuestas de fotovoltaicas… «Resulta increíble que cada vez que Cáceres tiene necesidad de un proyecto, tarde cinco veces más en lograrlo que otros territorios. En consecuencia, es lógico que vayamos cayendo más deprisa en población, en Producto Interior Bruto, en todo… Desde la FEC nos negamos a acostumbrarnos a esta rémora. Ya es hora de que empecemos a despertar», subraya Pedro Rosado.

De hecho, ese informe calculaba por ejemplo que la autovía generaría un incremento del Valor Añadido Bruto (VAB) de 230,7 millones de euros, y un retorno fiscal de 71,5 millones. «Por ello aplaudimos su comienzo, pero también hay que iniciar otros proyectos», destaca Rosado.

Pedro Rosado, secretario general de la FEC,

"Cada vez que Cáceres tiene necesidad de un proyecto, tarda cinco veces más que otros territorios"

En este sentido, el secretario de la FEC lamenta que la mina de litio de Cañaveral vaya hacia adelante «y ni siquiera se haya creado un solo proyecto de desarrollo entre Cáceres y Plasencia, y el único, la fábrica de baterías, se lo lleven a Badajoz. Sinceramente no es una cuestión de localismos, sino de justicia. Si Badajoz tuvo el plan de regadío porque efectivamente el agua estaba en el Guadiana, el litio está en la provincia de Cáceres, cuyo desarrollo hay que empezar a hacer ya efectivo», matiza.

Transportistas por la seguridad

El vicepresidente de la Asociación de Empresarios del Transporte de Extremadura (Asemtraex), Antonio López, sostiene que «esta autovía es necesaria para unir las capitales extremeñas, dar oportunidades a ambas, unificar criterios y reducir ese agravio comparativo que existe». «Aunque se den pasos pequeños, si son continuos, al final daremos un gran paso con esta infraestructura», agrega.

El representante de los transportistas explica que Cáceres precisa esa salida directa hacia Badajoz y Portugal, «sin tener que dar un rodeo prehistórico de más de 40 kilómetros por Mérida si queremos circular por autovía con más seguridad». Incluso desde el punto de vista medioambiental, es una obra muy recomendable «por la cantidad de kilómetros de más que cubrimos yendo por Mérida, el consumo de combustible, el rozamiento contra el asfalto y el desgaste de ruedas… Hoy, las carreteras deben ser lo más directas posibles para reducir combustible, emisiones y el cansancio del conductor», detalla.

Antonio López, vicepresidente de la Asociación de Empresarios del Transporte de Extremadura (Asemtraex)

“Hoy, las carreteras deben ser lo más directas posibles para reducir combustible, emisiones y el cansancio del conductor"

Y es que la actual N-523 entraña riesgos para la integridad de las personas, que se zanjarían con una autovía. «Muchos conductores van por ella para reducir costes, tal y como están las cosas, y todos conocemos los accidentes que se producen con ciervos y jabalíes en zonas de caza», recuerda Antonio López.

El Círculo pide oportunidades

Diego Hernández, presidente del Circulo Empresarial Cacereño, mantiene la misma opinión. «Esperamos que esta vez sea la definitiva, que no se demore más, porque la autovía traerá un impulso al progreso de Cáceres, que estará más unida con el país vecino. Muchos portugueses no vienen a la provincia si deben dar semejante rodeo por Mérida. Para Cáceres supondrá una ventaja», argumenta.

Diego Hernández, presidente del Circulo Empresarial Cacereño

"Esperamos que esta vez sea la definitiva, que no se demore más"

«Y puesto que la plataforma logística se construirá en Badajoz, y allí van todos los proyectos, incluida la fábrica de baterías del litio que se extraerá en Cañaveral, esa autovía se hace más necesaria. A un transportista cacereño el coste se le dispara tremendamente si debe hacer 80 kilómetros más de ida y vuelta por Mérida», plantea Diego Hernández. «En realidad ya debería estar terminada. Para quienes tenemos negocios entre Cáceres y Badajoz, porque somos regionalistas, económicamente no es rentable una apuesta que te obliga a ese coste en desplazamientos», remarca. Y lo más importante: «Nos ahorraremos muchos accidentes con los animales sueltos en el tramo de la Sierra de San Pedro».

La Cámara: varias razones

Desde la Cámara de Comercio de Cáceres, su presidente, Gabriel Álvarez Arroyo, ofrece argumentos que justifican la autovía: «Es una infraestructura necesaria por varias razones. Primera, porque facilitará de forma importante la conectividad y movilidad entre las dos capitales de la región, y también del resto de la provincia de Cáceres con Badajoz y Portugal, con un considerable ahorro de tiempo y dinero».

Pero además, «mejorará la seguridad de una carretera que ya está soportando mucho tráfico, y durante su construcción se generará riqueza y empleos». Una actuación «positiva y beneficiosa» que también «hará más atractiva la provincia para atraer inversiones y reforzar la competitividad de las empresas».

Gabriel Álvarez Arroyo, presidente de la Cámara de Comercio

“Facilitará de forma importante la conectividad y movilidad entre las dos capitales de la región”

El presidente de la Cámara recuerda que se trata de una reivindicación antigua y afirma que ahora, con la cesión de la carretera al Estado, «hay que presionar para que se ejecute lo antes posible, del mismo modo que es necesario que se finalice la autovía Ex-A1 hasta Monfortiño, y que el Gobierno portugués haga su parte conectando con Castelo Branco». Gabriel Álvarez espera que esta infraestructura internacional pueda incluirse dentro de las Ayudas de Recuperación y Resiliencia, que llegarán en los próximos tres años.