Las auxiliares de enfermería de la residencia de mayores Cervantes denuncian la falta de personal para atender a los usuarios. Las trabajadoras manifiestan a este diario que la situación se produce desde hace mayo debido a que hay dos bajas que no se han cubierto, la primera motivada en una reducción de jornada y en el segundo caso por una solicitud de un mes sin empleo y sueldo en junio.

En ese sentido, lamentan que al no reparar las dos ausencias, son las trabajadoras de la residencia las que tienen que asumir sus turnos de trabajo y critican que esto genera sobrecarga laboral y cuadros habituales de estrés y cansancio. «Estamos agotadas, como sigamos así vamos a caer enfermas nosotras, estamos trabajando al mínimo de personal», pone de manifiesto la empleada de la residencia que teme que si la situación se prolonga en el tiempo afecte al desarrollo normal del servicio de la residencia y a la atención de los usuarios..

En cualquier caso, las empleadas desvinculan que el problema sea atribuible de la dirección del centro geriátrico, que traslada las peticiones de las trabajadoras a instancias superiores y reclaman a la Junta de Extremadura que convoque las plazas para que se puedan adjudicar y se cubran los turnos que han quedado sin cubrir durante estos dos meses.

No es la primera vez que las auxiliares de enfermería denuncian carencias de personal en la residencia Cervantes. En 2015 los sindicatos protestaron y reclamaron ya un aumento de plantilla antes de abrir la nueva planta que se acondicionó para dependientes y hace tres años cuando las trabajadoras se sumaron a la protesta que inició la Asistida por el mismo motivo y convocaron paros durante semanas para mostrar su descontento. En este caso la protesta se produjo porque la Junta contrató auxiliares para reforzar la plantilla del centro y las trabajadoras denunciaron la temporalidad de los contratos.