La Unidad de Igualdad, un proyecto anhelado por el equipo de gobierno de José María Saponi, se hizo realidad ayer, día en que el mandatario municipal, acompañado por numerosos concejales del equipo de gobierno y del PSOE, inauguró oficialmente unas instalaciones pioneras en la ciudad y que servirán fundamentalmente para prevenir la violencia de género y atender en primera instancia a mujeres que sufren malos tratos. Pero, además, será un espacio de educación, participación y un lugar que asesorará a los cacereños en la conciliación de su vida familiar, laboral y personal.

La nueva unidad, situada en la planta baja del edificio Valhondo (barriada de San Blas) estará atendida por siete profesionales. Los cinco primeros, ya contratados, son tres agentes de igualdad, un técnico en empleo y un administrativo. Próximamente también se contratará a un psicólogo y a un educador social.

La concejala de Asuntos Sociales, Basilia Pizarro, insistió ayer en que esta unidad no trata de solapar ni duplicar la "buena labor" que realizan el resto de administraciones en esta materia sino "cubrir un espacio y un momento vacío", ése en el que la víctima no sabe dónde acudir, ni a qué lugar dirigirse.

La responsable municipal insistió en que el objetivo es atender a los afectados "en su primer momento", acompañarlos "al sitio donde tengan que ir y asesorarles". Pizarro añadió que la unidad no es solo para mujeres, también para hombres y que no solo se centra en resolver aspectos relacionados con la violencia de género, también con la violencia en el trabajo --los casos de moobing-- así como los problemas derivados de la conciliación laboral y familiar.

El alcalde, durante su intervención de ayer anunció que se abrirá un piso tutelado e insistió en que esta unidad no es una oficina "al uso" sino "especial", puesto que garantizarán la discreción y tendrán atención las 24 horas. Saponi destacó su valor pionero y dijo que pocos ayuntamientos españoles cuentan con un espacio así.

PUESTA EN ESCENA El gobierno local y el equipo de técnicos que han ideado este proyecto decidieron utilizar para la inauguración una puesta en escena que impactara. Para ello eligieron a un grupo de payasos, músicos y un mago, que dieron un toque de color y alegría a la apertura de la unidad. Además, invitaron a alumnos de Primaria de varios colegios de la ciudad, entre ellos el Paideuterion o el Gabriel y Galán con la intención de, a través de un lenguaje sencillo, concienciar sobre la necesidad de educar en la igualdad desde la infancia.

Pero esta puesta en escena no gustó al grupo municipal socialista y en especial a su portavoz, Carmen Heras, que consideró que se había "frivolizado" con una cuestión tan seria como la de los malos tratos. La concejala de Asuntos Sociales respondió enérgica asegurando que detrás de la cara de un payaso "no solo hay alegría, sino también sufrimiento y esperanza" y que ese era realmente el mensaje que se había intentado transmitir a la ciudadanía, lejos de ofender o de frivolizar.

La unidad, cuyo presupuesto está cifrado en 24.000 euros, empezó a gestarse en el año 2000 a través del programa europeo Urban Calerizo. Consta de tres salas: una para trámites burocráticos, otra para acoger a la víctima de algún episodio violento y una tercera que semeja el antiguo senado romano, concebida para celebrar debates de igualdad.