El ayuntamiento abrió durante el año pasado 153 expedientes a bares por exceso de ruidos. De ellos solo uno tiene la consideración de muy grave (por reincidencia en más de una ocasión); 63 son graves (por no hacer caso al apercibimiento) y 89 leves. A día de hoy todavía hay 42 actas sin resolver. Y de las que se han concluido 75 implicaron una sanción pecuniaria a sus dueños. En total, con estas multas (de momento son solo propuestas de multa que aún deben confirmarse), el consistorio espera recaudar 60.157 euros.

Esta cifra se verá drásticamente reducida durante este año por la puesta en marcha de una nueva fórmula de sanción: obligar a los establecimientos que no cumplen a cerrar antes de la hora para la que tienen permiso. Esta medida se implantó el pasado mes de julio y ya ha sido impuesta en 32 ocasiones. Según el concejal de Urbanismo y Patrimonio, José Ramón Bello, los resultados están siendo muy positivos. «Es un exitazo porque se traduce en que no hay reincidencia. Perdemos recaudación, pero estamos contentos porque esto es más pedagogía que un castigo», explica el edil.

La sanción no se impone la primera vez que se caza a un hostelero incumpliendo la ley, sino que primero se lleva a cabo una amonestación, explicándole que no respeta la normativa porque no ha cerrado cuando debiera o porque, por ejemplo, tiene las puertas del local abiertas y permite que salga el ruido hacia el exterior. Los agentes en este caso realizan una labor pedagógica porque les informan de cómo tienen que actuar para ajustarse a la normativa vigente y de las sanciones que les pueden ser impuestas sin continúan.

Solo si reincide es cuando se comienza a sancionar. La primera vez se le obliga a cerrar antes durante un mes (si el incumplimiento se debe a que no ha respetado el horario de cierre se le obliga a cerrar antes el mismo tiempo que se ha excedido). Si vuelve a hacerlo, la sanción se alarga durante dos meses y si lo hace otra vez, durante seis meses. Si incumpliera un tercera, se iniciaría el expediente para la retirada de licencia. Según afirma José Ramón Bello, solo se han encontrado con un caso de reincidencia, al que se le ha sancionado con cerrar tres horas antes durante 60 días.

TAMBIÉN EN LOS BARRIOS / Los expedientes abiertos no se concentran solo en las dos zonas de copas (La Madrila y Pizarro), sino también en los barrios. De hecho la primera sanción por excederse en la hora de cierre se puso a un establecimiento de una barriada. «Había reincidido y se le aplicó la sanción de reducción de horario. La alternativa era una multa de 15.000 euros. El dueño habló con los vecinos y al final todos se acostumbraron a que tenía que cerrar a las diez», recuerda el concejal. Cuando cumplió el mes solicitó poder ampliar el horario de apertura un día para celebrarlo con sus clientes. Se le concedió. «Lo positivo de todo esto es que no ha vuelto a haber ninguna queja vecinal. No es el único caso, hemos comprobado que las sanciones se traducen después en reducción de denuncias», afirma José Ramón Bello. Y añade que el objetivo no es otro que trabajar para que el ocio y el descanso puedan convivir, a la vez que para evitar «situaciones desagradables como que hosteleros entren en la cárcel».

En lo que va de año todas las sanciones que se han impuesto corresponden a reducción de horario. El ayuntamiento es pionero en la región en la aplicación de este tipo de castigos no pecuniarios y, debido al éxito experimentado, han recurrido al consistorio otras ciudades de la comunidad y del país para analizar el funcionamiento de esta práctica con el objetivo de poder implantarla.

Por otro lado, el gobierno local trabaja también en la redacción de una guía de buenas prácticas para la hostelería. Para ello analizan la ordenanza de terrazas y la de espectáculos públicos y actividades recreativas, para mejorarlas. Por ejemplo, una de las propuestas se basa en no permitir a los hosteleros colocar mobiliario de material metálico en las terrazas, para reducir el ruido. Y también se estudia la manera de premiar a aquellos establecimientos que cumplen. El proyecto está aún en una fase inicial.