El ayuntamiento se dirigirá a la Junta para que se adopten medidas que reduzcan las molestias que sufren los residentes de viviendas próximas a la ronda norte a causa de los ruidos. El acuerdo se adoptó en el último pleno de la corporación local a raíz de la proposición presentada por el grupo de IU. Unos días antes de la inauguración de la nueva vía, vecinos del R-66-A denunciaron que no se había cumplido lo estipulado en el proyecto para aminorar el ruido, al considerar que las barreras vegetales que se pusieron son insuficientes. Una queja que han repetido en los últimos meses, y que la semana pasada se trasladó al pleno con la iniciativa de Izquierda Unida.

La propuesta se aprobó con el voto a favor de todos los grupos, aunque en el debate se discutió sobre a quién correspondería la financiación de las mejoras que sea necesario ejecutar. El grupo socialista advirtió de que la ronda norte fue recepcionada por el ayuntamiento, mientras que desde el gobierno municipal se puntualizó que se trata de una modificación del proyecto y no de una intervención vinculada al mantenimiento de la ronda.

Al final, el acuerdo del pleno fue dirigirse a la Junta, al tratarse de un proyecto que fue adjudicado y supervisado por la administración autonómica, para que aclare qué medidas correctoras se pueden ejecutar, "y si quiere colaborar y pagar, no habrá inconveniente", matizó el portavoz del gobierno, Andrés Nevado. El alcalde, José María Saponi, cerró el debate indicando que primero se realice un estudio técnico, y luego se vea si va "a unos presupuestos o a otros". El portavoz de Izquierda Unida, Santiago Pavón, dio por bueno el acuerdo, aunque precisó: "Si la Junta lo arregla, nada que objetar, pero lo veo complicado".

En la proposición de IU se plantea que el gobierno local se dirija a la Junta y que, en función de lo que se especifique en los informes técnicos que pudieran realizarse, se adopten soluciones como reforzar las barreras naturales, implantar en algunos puntos paneles, como solución temporal hasta que las barreras naturales alcancen un crecimiento óptimo para amortiguar los ruidos, o la instalación de radares y nueva señalización para que los conductores moderen la velocidad. En la propuesta también se plantea que se cumplan las distancias mínimas entre la vía y nuevas viviendas.