El ayuntamiento estudia ahora si convocar un concurso público para seleccionar a las empresas que se instalen en el edificio Embarcadero de Aldea Moret. Esta es una de las opciones que barajan los servicios jurídicos municipales, junto a la de realizar un contrato directo entre el ayuntamiento y la empresa en cuestión sin necesidad de pasar una convocatoria. Esta última opción favorecería a las entidades instaladas actualmente en el inmueble. El futuro del Embarcadero está aún por decidir, lo único que se sabe a ciencia cierta es que después de julio las empresas pagarán un alquiler y su situación se regularizará a través de contratos firmados.

En cualquier caso, el gobierno municipal volvió a insistir en que "no se va a obligar a nadie a marcharse. No se va a mirar ni el nombre ni los apellidos. Quien se quiera quedar y acepta las condiciones, que se quede", aclaró el concejal de Innovación, Fomento y Desarrollo Tecnológico, Jorge Carrasco.

Lo que aún no se sabe es si, en el caso de convocar un concurso público, existirá una cláusula que favorezca a las empresas que ahora ocupan el Embarcadero. "La secretaría general --organismo encargado de estudiar la situación-- es la que debe decidir si se hace por contrato directo o si se convoca un concurso, y en ese casi, si las empresas tienen preferencia, porque a este concurso se podrían presentar todas las que quisieran", explicó Jorge Carrasco.

LA ACTIVIDAD CONTINUA Mientras se analiza todo esto, en el Embarcadero se inauguró hace unos días la última exposición de la primera etapa --el calendario de actividades se programó hasta julio--, La vida cotidiana en Aldea Moret , una muestra que refleja la vida de los mineros de la barriada. De momento los locales siguen ocupados, a la espera de la decisión del gobierno municipal, pero la actividad, lejos de pararse, continúa.