El concejal de Seguridad Ciudadana y portavoz del gobierno, Valentín Pacheco, mostró ayer la disposición del ejecutivo municipal a encontrar una solución para regularizar la exposición de la fruta en la calle. Pero siempre y cuando la solución esté ajustada a la legalidad y no suponga peligro para la salud. Solo entonces se ordenará la exposición y ocupación del espacio público. Esto último puede conllevar el abono de una tasa, como la que se paga por otras actividades que se desarrollan en la vía pública.

Pacheco informó ayer en la comisión local de Seguridad Ciudadana de que se están recabando informes en materia sanitaria y recordó que en la legislación se prohíbe el uso de las vías públicas en sustitución de las salas de venta. Añadió que la posibilidad en la que se trabaja es en la de autorizar la exposición, pero no la venta. Es decir, la fruta puede estar expuesta fuera, como reclamo, pero no se puede vender ni cobrar en la calle, solo en el local. Aunque recordó que antes tienen que estar garantizadas todas las condiciones sanitarias.

En cuanto a la venta en la calle, el portavoz del gobierno recordó que no se puede equiparar al comercio estable con la venta ambulante, al tener distinta regulación, ya que esta última sí tiene permitida la venta en la calle y solo en las zonas y en los días que previamente se hayan establecido por parte del ayuntamiento. En la venta ambulante se exige el cumplimiento de condiciones sanitarias.

El consistorio tiene una ordenanza que regula la tasa que se abona por ocupar la vía pública. Entre los hechos imponibles se recogen numerosos usos, desde la ocupación para un rodaje hasta las terrazas. La exposición de la fruta podría entrar en los hechos imponibles. En uno de sus apartados ya se hace referencia a la ocupación con mercancías, aunque a continuación se alude a los materiales de construcción.