El ayuntamiento inicia controles de velocidad en la calle Parras, limitada a 30 km/h. La decisión se ha tomado tras recibir la inquietud de los padres de los alumnos del Liceo Hispánico que se quejan de que por la vía los conductores no respetan los límites, lo que supone un peligro para los niños que estudian en el centro de idiomas. Cada tarde acuden a la academia una media de 200 alumnos, que se agolpan en la acera de la calle --muy estrecha-- a la hora de la salida de las clases. El peligro es precisamente que, con el poco espacio del acerado, los alumnos invadan sin querer la calzada, por la que cruzan vehículos a gran velocidad.

Es una situación que el Liceo Hispánico viene denunciando desde hace años. Hasta el momento no ha habido que lamentar daños personales pero desde la academia aseguran que sí ha habido más de un susto. Más que solicitar controles de velocidad el centro de idiomas transmitió al ayuntamiento los problemas con los que se encuentran cada tarde, para exigir una solución. Le plantearon que colocara en la acera, justo a la altura de la puerta de la academia, una valla para proteger así que los alumnos pudieran rebasar la calzada. "Nos dijeron que la valla era inviable porque podía provocar incluso más peligro, ya que muchas veces los alumnos las utilizan para jugar y subirse encima de ellas", dijo la administrativo de la academia, María Valero.

La instalación de la valla tampoco podía llevarse a efecto porque su presencia restaría accesibilidad a la calle Parras. Las aceras son de por sí estrechas por lo que, si se reduce el espacio con un elemento como este, no podrían pasar por ella personas en silla de ruedas. "No queremos que sea por un afán recaudatorio simplemente que se respeten los límites de velocidad", señaló María Valero, quien indicó que llevan dos años solicitando una solución a este problema en el ayuntamiento.

Tras varias reuniones el consistorio ha tomado la decisión de incluir a la calle Parras dentro de las vías en las que se realizan de manera habitual controles de velocidad con el radar móvil que posee la Policía Local. Los controles se iniciaron al comienzo de este nuevo año, aunque la iniciativa no se ha comunicado al Liceo Hispánico hasta hace una semana.

EN LAS REDES SOCIALES Ayer lo colgaba en su perfil de Facebook para tranquilizar a los padres de sus alumnos: "Después de más de dos años trabajando en la búsqueda de soluciones y de haber mantenido diversas reuniones con las personas encargadas de la seguridad vial, se ha conseguido instalar un radar que, de forma aleatoria, captará a todos aquellos vehículos que circulen a más de 30 km/hora por el tramo de la calle que coincide con el edificio de nuestra academia. Una medida que nos ayudará a seguir trabajando por la seguridad de los niños y adultos que nos visitan a diario". La calle es zona 30 desde el año 2012.