El ayuntamiento suspendió ayer de forma cautelar el primer ejercicio eliminatorio de las pruebas selectivas que celebró el 29 de septiembre para constituir una lista de espera destinada a cubrir de forma provisional o temporal, vacantes que pudieran producirse en los puestos de trabajo de ordenanzas del consistorio. Lo hizo después de las alegaciones presentadas por al menos 32 de los 475 aspirantes al examen y tras la indignación general por la forma en que se desarrolló el ejercicio.

Ayer contaban a este diario lo sucedido tres afectadas, Laura, Charo y Raquel, que calificaron de inadmisible lo ocurrido, exigieron al ayuntamiento la suspensión definitiva del examen y reclamaron su repetición. Fue el 29 de julio cuando el consistorio convocó este ejercicio, al que aspiraban 475 personas, que debían pagar previamente 22 euros por derecho a examen (en caso de presentar el certificado de desempleo se les devuelve la mitad). La prueba se celebró el 29 de septiembre a las 17.30 horas en el edificio Valhondo.

Ante un calor sofocante se arremolinaban los aspirantes que comprobaban con estupor cómo el tribunal no había dispuesto un aula para todos. Como había tanta gente el tribunal se vió obligado a celebrar el examen en tres turnos, en horas distintas, sin percatarse de que para todos eran las mismas preguntas. Ello motivó que a la salida de los exámenes los teléfonos móviles comenzaran a volar en forma de mensajes en los que unos a otros se pasaban las preguntas, también lo hacían de viva voz, lo que posibilitó a muchos aspirantes que, también a través de su teléfono móvil, se conectaran a internet para consultar las respuestas.

Una de las primeras preguntas que no tardaron en soplarse fue la que pedía al aspirante ubicar la calle Velarde y el colegio María Auxiliadora. Pero el ejercicio contenía otras preguntas relacionadas con la Hacienda Local o con la famosa ley 30/92. "Cuando vieron que en el aula no cabíamos todos, nos hacinaron en el interior de un patio, en el que no había vigilancia, así que cuando los primeros que se examinaron salieron de la clase los móviles empezaron a sonar, era un cante, todo el mundo mirando en internet", relataba ayer una afectada.

LAS HOJAS

"Hubo un momento en que una persona que salía del examen se coló en los patios y pasó a la gente la hoja amarilla con las respuestas, aquello era increible", explicaba la opositora, que aún se pregunta cómo el tribunal no tuvo la precaución de solicitar un espacio más grande en alguna de las facultades del campus para albergar en un mismo aula a todos los aspirantes.

Pero los opositores detectaron más tropiezos y así lo contaban a este periódico: "las hojas del examen no las graparon por orden, así que a la hora de responder aquello era un lío de narices, los exámenes no los repartían boca abajo y no había igualdad de oportunidades, además nos informaron mal porque unos decían que las preguntan que estaban mal te descontaban 0,05 y otros te decían que 0,15. Unos nos dijeron que las respuestas que estaban bien puntuaban 0,25, otros que 0.40, con lo cual la gente lo tenía muy complicado para arriesgarse".

Ayer, la alcaldesa, Elena Nevado, y el portavoz del gobierno y concejal de Personal, Valentín Pacheco, mantuvieron un encuentro con los miembros que forman parte del tribunal, a quienes solicitaron un informe en el que se expliquen todos los detalles sobre el proceso y las circunstancias que lo han rodeado. De momento, ayer se ordenó la suspensión cautelar de la prueba y una vez se tenga el informe, se adoptará la decisión que se considere.

Pacheco dijo que si tras el informe se estima que se ha vulnerado algún derecho se abrirá un expediente de lesividad, se suspenderá definitivamente la prueba y se repetiría una nueva. En caso contrario, se levantaría la suspensión y quien quisiera volver a apelar tendría que presentar un recurso de alzada ante alcaldía.

El portavoz recordó que los políticos ya no forman parte del tribunal de estas pruebas y que solo está compuesto por funcionarios. Admitió que falló la previsión porque aunque hubo 475 instancias nunca se presenta tanta gente a estos exámenes. Sin embargo, la crisis y el paro animaron a los opositores y Valhondo, claro, se quedó pequeño.

La portavoz socialista, Carmen Heras, exigió por su parte al ayuntamiento que vuelva a repetir la prueba puesto que, dijo, "hay irregularidades importantes en su desarrollo". El examen lo aprobaron 23 personas. ¿Qué pasará con ellos, qué pasará con los suspensos?. El gobierno esperará al informe del tribunal para dictar la nota final.