El avance de la liquidación del presupuesto de 2010 arroja un resultado negativo de 8 millones de euros. Es el dato del remanente de tesorería para gastos generales, indicador que mide la liquidez del ayuntamiento a una fecha fija: el 31 de diciembre. El edil delegado de Economía, Sergio Velázquez, adelantó el viernes algunos números de la liquidación. El más significativo es el del remanente, que vuelve a los números negativos del 2005 tras un periodo de cuatro años en los que fue decreciendo.

Los principales datos de la liquidación son seis (todos referidos al 31 de diciembre del 2010). El primero son los derechos que el ayuntamiento tiene todavía pendiente de cobro (de los impuestos, tasas, de transferencias...), que ascienden a 43,6 millones, de los que 11,1 son con cargo a operaciones del presupuesto del 2010 y 30,7 de ejercicios anteriores, además hay 3,3 no presupuestarios o pendientes de aplicación definitiva.

El segundo son los saldos de dudoso cobro (de impuestos, tasas y otros conceptos contabilizados, pero cuyo ingreso es difícil o imposible). Se han cuantificado en 3,6 millones, casi la misma cifra que al cierre del 2009 y el 2008, pese a que la Intervención municipal avisaba en un informe del 2009 que esta estimación probablemente era baja debido a que se esperaba que la crisis económica diese como resultado el aumento de incobrables.

El tercero son las obligaciones que están pendientes de pago, la deuda con los proveedores, tanto del ejercicio del 2010 y de los anteriores, además de otros abonos no presupuestarios y pendientes de aplicación definitiva. La cantidad que sale es de 36,8 millones.

El cuarto son los fondos líquidos de los que se disponía a finales del 2010, en total 14,3 millones. El quinto es la parte del remanente de tesorería afectado a la financiación de gastos ya comprometidos, 25,5 millones.

El último y sexto es el remanente que queda para los gastos generales, que se saca de la suma de los fondos líquidos y derechos pendientes de cobro (14,3 + 43,6 = 57,9 millones) y de restar a esta cifra las obligaciones pendientes de pagar, los saldos que son de dudoso cobro y aquella parte del remanente que tenga financiación afectada (36,8 +, 25,5 + 3,6= 65,9) (57,9 - 65,9= -8).

El dato que se obtiene es el de un remanente de tesorería destinado a los gastos generales con un saldo negativo de 8 millones.

Para cuantificar la deuda total del consistorio hay que sumar a las obligaciones que están pendientes de pago aquellos importes de la deuda por las operaciones de crédito que se amortizan en el plazo de años que esté concertado con la entidad financiera. Según los datos globales dados el pasado viernes por el gobierno local, de las obligaciones pendientes de pago se adeudaban 31,8 millones a fecha del 11 de junio, mientras que de las operaciones de créditos son 35,9 millones, incluido un préstamo de 2,8 millones concedido por el Ministerio de Industria.