Parques abandonados en nuevas urbanizaciones, parece una contradicción, pero ocurre muy a menudo. La última protesta vecinal por esta situación tuvo lugar el pasado 21 de mayo, cuando los residentes de Maltravieso enviaron al ayuntamiento sus quejas por el mal estado de las zonas verdes de este nuevo residencial.

Maltravieso, igual que Residencial Infanta Isabel, Cáceres el Viejo o el parque Macondo, situado detrás de Los Castellanos, son zonas en tierra de nadie , es decir, nadie se hace cargo de su mantenimiento porque aún no han sido recepcionadas por el ayuntamiento.

Recepcionar es sinónimo de recibir, por lo que, una vez que el consistorio aprueba la recepción de una zona urbanizada debe hacerse cargo de ella mediante el mantenimiento de sus jardines, la recogida de basuras, el alumbrado y el arreglo de los desperfectos que pudieran surgir en los lugares públicos.

Cuando se construye un nuevo residencial, lo primero que se ejecuta es la urbanización propiamente dicha, esto es, los parques y jardines. La zona de las viviendas se construye después, pero desde el inicio de la urbanización hasta su finalización transcurren entre cinco y seis años, por lo que las zonas públicas --jardines, parques, acerados, etc-- sufren grandes deterioros. Es entonces cuando surgen los problemas ¿quién debe correr con los gastos del arreglo? El concejal de Desarrollo Local e Infraestructuras, Miguel López, explicó que, el ayuntamiento, una vez finalizadas las obras, antes de entregar la primera llave de las viviendas, "hace una recepción provisional, pero esto no significa que tengamos que correr con los gastos, ya que desde ese momento, la constructora tiene la obligación de mantener esa zona durante el periodo de un año, sin embargo, muchas de ellas se lavan las manos".

PROCESO DE RECEPCION Para que el ayuntamiento dé luz verde para recibir una zona, la constructora debe presentar el proyecto final y a partir de ahí, los técnicos municipales evalúan si el resultado coincide con el proyecto presentado antes de comenzar las obras. "El ayuntamiento tiene que cerciorarse de que todo está en orden, tanto la zona edificable --las viviendas-- como la urbanizable". Por eso muchas veces el consistorio se niega a hacerse cargo de algunas urbanizaciones "porque sus zonas públicas no están en perfecto estado y es la constructora la que debe arreglarlo todo antes de presentar el informe final", explicó el edil.

Este fue el caso de parque Macondo, según indicó Abelardo Martín, de Iniexa: "cuando se recepcionó provisionalmente el polígono, los técnicos del ayuntamiento pusieron objeciones a la calzada, por lo que se nos amplió el periodo de mantenimiento". Sin embargo, Martín explicó que "es un sinsentido el hecho de que las constructoras deban correr con los gastos del mantenimiento de jardines, lo que sí debemos hacer es arreglar todos aquellos lugares que no se encuentren en perfecto estado", por esta razón --dijo-- "las zonas verdes de Macondo comenzaron a deteriorarse, nosotros arreglamos la calzada, pero los jardines ya no eran responsabilidad de Iniexa, sino del ayuntamiento".

Al final esta situación acaba con la paciencia de los vecinos. Este periódico ya se hizo eco de las protestas de los residentes del residencial Maltravieso --situado detrás del Sepei-- quienes se quejaron ante los medios de comunicación y ante el consistorio por el "abandono" que sufre su urbanización, llena de maleza, de césped sin cortar y de equipamiento completamente deteriorado.

Finalmente, según explicó Miguel López, "como ya ha ocurrido en el caso del residencial Macondo (en estos momentos en perfectas condiciones) o en estos momentos en Maltravieso, al final el ayuntamiento se ve obligado a negociar con las constructoras para lavar la cara a estas zonas, porque tenemos la obligación de cuidar la ciudad y salvaguardar los intereses de los ciudadanos". Las constructoras ceden el dinero de los avales pagados por los propietarios para efectuar los arreglos, en cambio "muchas veces no es suficiente y el ayuntamiento tiene que poner de su bolsillo", dijo López.