Para ensanchar Mira al Río se necesita retirar la protección urbanística a las viviendas, unas quince, que se tienen que derribar. A ese trámite, que se prolongará durante más de treinta días y que requiere informes de tres administraciones, se le dio ayer viabilidad al dictaminar la comisión de Urbanismo a favor de variar el plan especial, la norma que ahora protege las edificaciones. El futuro del puente de San Francisco, elemento sin un valor arquitectónico que está afectado por esta actuación, ha desviado la atención sobre lo que ocurrirá con las edificaciones, en su mayoría casas, que se derribarán.

El gobierno local defiende la actuación por sus repercusiones: mejora el tráfico y al eliminarse las edificaciones se ampliará el jardín de la judería y la vista del lienzo este de la muralla es más atractiva. "La finalidad es conseguir un nuevo viario adecuado a la demanda de tráfico", explicó Andrés Nevado, edil de Urbanismo, que dio otro argumento: "Se recuperan elementos del patrimonio histórico --la muralla--".

El grupo municipal socialista la cuestiona por el proceso, y ayer presentó una petición por escrito para tener acceso a ocho documentos, en su mayoría relacionados con la contratación de Prointec para que elaborase los informes de la modificación del plan especial. Esta empresa es la que está redactando la revisión del plan de urbanismo. La portavoz socialista, Carmen Heras, preguntó ayer "por qué se contrata a Prointec" y si es necesaria la convocatoria de un concurso.

Nevado no entró ayer a valorar las críticas socialistas, y sólo comentó que se trata de "un contrato menor", que por su importe, cantidad de la que también quiere el PSOE que se informe, no requiere libre concurrencia.

PONER UN SEÑUELO Heras valoró que la apuesta del gobierno por ensanchar Mira al Río "revela que no se hará la ronda este", que es la principal alternativa para dar fluidez al tráfico por el este del caso urbano, y estimó que retirar la protección a esos inmuebles supone "ponerse a las puertas de un atentado contra el patrimonio, utilizando como señuelo la reforma del tráfico".

No sólo el PSOE votó en contra de la modificación del plan especial, también lo hizo Izquierda Unida "al entender que no se ha aportado a la oposición la documentación suficiente", aseguró ayer su portavoz, Víctor Casco, en un comunicado de prensa.

Nevado recordó que en los informes técnicos se apunta que la modificación, dictaminada ayer a favor con los votos del PP, se ajusta a las observaciones urbanísticas planteadas cuando se propuso hacer este cambio, que deberá contar con informes de Patrimonio y de la CHT.