La concejala de Asuntos Sociales, Basilia Pizarro, firmó ayer seis convenios de colaboración con seis asociaciones de la ciudad que permitirán, por un lado, ofrecer becas de formación a personas con discapacidad y, por otro, ayudar a la labor que Ozanam desarrolla con los toxicómanos en su piso tutelado del número 9 de la calle Nidos.

Los primeros cinco convenios se han firmado con las asociaciones de discapacitados Apafenes, Aspainca, Síndrome de Down, Centro de Rehabilitación Psicosocial de las Hermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón de Jesús y Aspace. A cada una de ellas se les hace entrega de 5.400 euros, un dinero con el que se beca a cinco personas (una por asociación) para realizar una formación práctica que facilite su inserción sociolaboral. Tres de los socios becados desarrollarán su labor en la sede del IMAS, donde trabajarán como auxiliar de ordenanza, auxiliar de servicios sociales y auxiliar de bolsa de empleo. Los dos proyectos restantes los llevarán a cabo en la Concejalía de Parques y Jardines como peones de jardín.

La duración del convenio ha pasado de seis meses a un año, con posibilidad de prorrogarse a dos. La experiencia de años anteriores demuestra que algunos de los discapacitados logran un empleo tras la beca. La concejala del IMAS lamentó que ninguna empresa haya querido colaborar y por ello todos estarán en dependencias municipales.

OZANAM Los 6.000 euros que se otorgan a Ozanam permitirán desarrollar el programa de reinserción social de toxicómanos, cuyo objetivo es favorecer ese proceso. El presidente de Ozanam, José María Borda, recordó que el piso lleva en marcha hace 30 años. Tiene capacidad para 12 personas y actualmente residen en él cinco. Está abierto 24 horas y es atendido por voluntarios.

Adela Domínguez Lucero, presidenta de Síndrome de Down, recordó que este convenio "abre puertas" a los discapacitados, que demuestran que pueden llegar a desarrollar un trabajo como cualquier otra persona. María Isabel Bermejo, presidenta de Aspainca (Asociación de Padres para la Integración, compuesta por familias y sus hijos con discapacidad) también apostó por la integración al recordar que la chica becada el año pasado logró un empleo.

Felipa Malpartida, de Apafenes, hizo un llamamiento de concienciación a los empresarios y pidió una oportunidad para los enfermos mentales, lo mismo que sor Josefa Rubio, de las Hermanas Hospitalarias, que también trabaja con este tipo de personas. Finalmente, Lourdes González, de Aspace (paralíticos cerebrales) dijo que era la primera vez que optaban a este convenio y confió en sus resultados.