El concejal delegado de Urbanismo, Andrés Nevado, comentó ayer que se recabará "la información necesaria antes de tomar cualquier decisión" sobre los restos que queden del teatro Principal o patio de comedias de la calle Peñas, un edificio inaugurado en 1802 y del que todavía se conservan varios elementos en el interior de la manzana de inmuebles que comunica la calle Peñas con la plaza de las Canterías.

El plan especial, la normativa que regula las intervenciones urbanísticas en la parte antigua y el casco viejo, afectaba cuando se aprobó en marzo de 1990 a la totalidad de la manzana. Pero con la entrada en vigor del plan general de urbanismo, en 1999, se sacó del plan especial la mayoría de las viviendas con fachada a la plaza de las Canterías, casas que pasaron de tener una protección estructural, con limitaciones ante posibles actuaciones urbanísticas, a quedarse sin protección.

En la ficha del plan especial se especificaba que en el frontal de las Canterías, de los número 2 al 22, era necesario una investigación arqueológica completa que confirmara o modificara el nivel de protección asignado a esta zona, un estudio que se llegó a realizar, según Prinsa, empresa que tiene previsto intervenir en la plaza de las Canterías y que es propietaria de algunas de las casas, de las que dos ya se han empezado a derribar. Esta demolición motivó que el jueves, en el pleno de la corporación municipal, el concejal del grupo socialista, Miguel Hurtado, preguntase por la incidencia de esta actuación en los restos del teatro. "No va a quedar en una protesta puntual, se va a insistir para que no se deje a la ciudad sin su historia", manifestó ayer Hurtado.

FONDO EDIFICABLE En el frontal de los pares de Canterías se permite un fondo edificable de dieciséis metros, quedando el resto para patio, y un máximo de tres alturas. En las dos casas cuya demolición se autorizó en octubre no hay restos del teatro, según Prinsa, que apoya la actuación que pretende acometer en la plaza de las Canterías en una figura de la Ley del Suelo que permite intervenir en espacios urbanos aunque no se sea propietario de la totalidad de los solares.