El ayuntamiento extremará las medidas de control para aplicar de forma seria y rigurosa la normativa de ruidos y horarios en las zonas saturadas de la ciudad: la plaza Mayor y La Madrila, castigadas desde hace años por los efectos de la movida. Así lo anunció ayer el concejal de Seguridad Ciudadana, Santos Parra, un día después de darse a conocer que el consistorio no concederá la licencia de café concierto a 11 locales de copas de la ciudad que lo habían solicitado.

Parra comentó que aunque la policía tiene potestad para actuar de oficio, el equipo de gobierno aplicará la legislación para garantizar el derecho al descanso de los vecinos. Precisamente ayer su representante, Miguel Salazar, se convirtió en un emocionado portavoz de lo que calificó "una victoria vecinal" en toda regla. La decisión de no acceder a un cambio de categoría de estos establecimientos ha gustado al colectivo vecinal, que ayer interpretó como un gesto de buena voluntad la actitud del equipo de gobierno de Saponi.

Salazar dijo que la decisión de Santos Parra ha permitido que "los vecinos empecemos a salir del túnel en el que estábamos metidos", aunque no dudó de que pese a este "varapalo" los hosteleros seguirán "intentando encerronas para burlar la ley".

Según el presidente de la Agrupación Vecinal "no se trata de que el ayuntamiento y los vecinos entablen una guerra para echar de aquí a los hosteleros, se trata de que cumplan la ley, de evitar un gueto en una barriada". Insistió en que los bares "deben someterse al imperio de la ley" y reconoció que durante el tiempo que vivió en Centroamérica acudió a cafés concierto. "No estoy en contra de esos locales maravillosos, pero que se hagan en un sitio donde no molesten a nadie".

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HABLAN LOS HOSTELEROS La decisión municipal tiene, sin embargo, su cara más amarga, esta vez en los hosteleros. Uno de sus representantes dijo que al menos los siete que interpusieron la querella contra el gobierno local por la concesión del hípico, representados por el abogado Angel Luis Aparicio, seguirán luchando por las licencias de café concierto por la vía de lo contencioso administrativo.

Aparicio siempre ha sostenido que sus clientes cumplen la legalidad: "Son locales que merecen tener estas licencias, como ha ocurrido en Mérida y Badajoz. La vía administrativa es la que tiene que conceder esta petición; si no, será la contencioso administrativa y los tribunales los que decidan sobre esa petición".