El ayuntamiento y Extremúsika inician los contactos para devolver el festival a Cáceres en el 2011. A Vallekas Producciones, promotora del certamen rockero, anunció ayer que ha decidido tomarse "un año sabático" y no celebrar la edición del próximo año en Mérida, tras haber ofrecido al consistorio emeritense la opción de asumir la organización y aportar los dos millones de euros de presupuesto, según explicó Angel Romero, responsable de Extremúsika.

La alcaldesa de Cáceres, Carmen Heras, admitió que mantuvo un encuentro con A Vallekas hace diez días tras recibir una llamada de Romero en la que se abordó la vuelta del festival a la capital cacereña, tras la ruptura que provocó la marcha a Mérida en noviembre del 2008.

Heras aseguró que "hay que hacer números y estudiarlo bien. No podemos contestar de hoy para mañana", aunque dijo que su idea es seguir trabajando en los próximos meses con A Vallekas para poder organizar la edición del 2011. "No cierro la puerta. Todo se puede hablar. Extremúsika siempre ha sido un evento musical importante para la ciudad", remarcó la alcaldesa.

CESION La fórmula que ayer planteó A Vallekas para que el certamen pueda volver a Cáceres depende de que el ayuntamiento se convierta en promotor del festival mediante la cesión gratuita de la marca Extremúsika. Romero afirmó que su promotora no puede asumir el coste de dos millones de euros que supondría hacer otra edición del certamen, tras dos años consecutivos castigado por la lluvia. "Seguimos arrastrando el impago del seguro del año pasado", aseguró el promotor, que dejó claro que esta propuesta no responde a dificultades económicas sino a la imposibilidad de asumir el 100% del presupuesto. "Seríamos unos irresponsables", subrayó, asegurando que esos dos millones de euros "son recuperables" y que A Vallekas asumiría la producción.

Romero matizó que la decisión de no celebrar la próxima edición del 2010 no responde tampoco a una falta de patrocinadores porque, dijo, "nunca los hemos tenido, a excepción de Amstel". El empresario quiso agradecer también la colaboración que le ha prestado el ayuntamiento emeritense.

En cualquier caso, A Vallekas plantea como condición necesaria para que Extremúsika vuelva a Cáceres que se mantenga el mismo formato, algo que Heras también quiere abordar con los promotores en próximas citas. Si las negociaciones dan resultado, el festival volvería a su ciudad de origen, donde empezó a celebrarse en el 2004. Sería la octava edición, tras el récord de público alcanzado en el 2007 con 68.000 espectadores en tres días y la suspensión del 2008 por la tromba de agua y lluvia en el ferial.