La Cruz de los Caídos y su traslado de la plaza de América es un déjà vu. Es un debate que se repite para llegar siempre al mismo punto: La intención es quitarla, pero con tiempo, ya que no es algo prioritario. Provoca mucho debate y genera demasiados comentarios. Pero pese al ruido al final todo queda igual. Y eso fue lo que pasó este jueves en el pleno de la corporación local. Se debatió durante casi dos horas, con la lectura de dos manifiestos incluidos, para que todo quede igual. La intención del gobierno local es quitarla. «No tenemos dudas a la hora de decir que aplicaremos la ley -de Memoria Histórica-», dejó claro el concejal de Patrimonio, José Ramón Bello. ¿Cuándo será? Desde luego ni a corto, ni a medio plazo y seguramente ni siquiera en esta legislatura, que acaba en 2023.

De la Cruz de los Caídos se habló ayer a raíz de una moción presentada por los concejales no adscritos Francisco Alcántara y Mar Díaz. El objetivo de la misma era arrancar un compromiso institucional de la corporación de que el monumento no iba a cambiar de sitio. Casi lo logran. Si no llega a ser por la ausencia de la concejala del PP, María Guardiola, que por motivos de salud no pudo participar en el pleno, la moción se hubiese aprobado. Hubo empate, doce a favor de la moción (Alcántara, Díaz, el también no adscrito Teófilo Amores, PP y Cs) y doce en contra (PSOE y Unidas Podemos). En estos casos quien decide es el alcalde, Luis Salaya, que usó su voto de calidad para tumbar la propuesta. Aunque se hubiese aprobado tampoco era una garantía absoluta de que no se iba a retirar la Cruz de los Caídos si un juez obligaba al ayuntamiento a cumplir la ley de Memoria Histórica. Lo que se debatía en el pleno era una moción institucional, no ejecutiva.

En el debate de este jueves hubo dos interpretaciones antagónicas de la ley de Memoria Histórica y dos visiones divergentes sobre si el monumento es un símbolo de la etapa franquista. Solo hubo unanimidad en que no es un asunto prioritario. «Importante es, pero no en este momento de hospitales repletos y economías heridas», sentenció Bello.

¿Por qué entonces se debate ahora de un asunto no prioritario en el contexto actual de crisis sanitaria y económica? La contestación está en la respuesta que el Gobierno dio el pasado marzo a una pregunta de un senador de Compromis, cuya pregunta partió de una iniciativa de Unidas Podemos (UP) de Cáceres, según desveló en el pleno Raúl Martín, concejal de UP. En esa contestación se indicaba que había que cumplir la Ley de Memoria Histórica y retirar la Cruz de los Caídos. Pero su principal efecto fue que volvió a abrir el debate con grupos y colectivos posicionándose a favor o en contra. Y así se llega hasta el pleno.

EL DEBATE / «Tenemos muchas dudas de que -en este caso- se pueda aplicar la Ley de Memoria Histórica», aseguró Alcántara, que defendió que con la moción recogen el «sentimiento» de los cacereños sobre un monumento que ya es «un punto de referencia» en la ciudad. El edil argumentó que los símbolos «cambian y se integran urbanísticamente» y se preguntó si «habría que demoler pantanos o pueblos de colonización».

Amores reiteró algunos de los argumentos utilizados por Alcántara. «Es solo un punto geográfico sin más connotaciones (...) es un lugar de encuentro» de los cacereños. El concejal no adscrito mostró sus dudas de que en este caso se pueda aplicar la ley de Memoria Histórica y llegó a proponer al alcalde que promoviese «un referéndum telemático» para que los cacereños expresen su voluntad sobre si hay que mantener la Cruz en la plaza de América.

La portavoz de Ciudadanos, Raquel Preciados, añadió un argumento más al recordar que la Cruz de los Caídos es un monumento que está protegido y que la legislación sobre patrimonio permite su preservación, «es un bien patrimonial protegido y no tiene cabida la demolición o el traslado del monumento».

«No apoyamos ni el traslado ni la retirada -de la Cruz de los Caídos-, no hay un fundamento jurídico que lo ampare», aseguró el portavoz del PP, Rafael Mateos, que incidió en que «la inmensa mayoría de mi generación no ve -en la Cruz de los Caídos- una simbología franquista».

Todos los que apoyaron la moción también coincidieron en que no es algo prioritario. «No es un tema prioritario, pero debemos estar vigilantes», dijo Alcántara. «Sería irresponsable dedicarle una partida -del presupuesto- en estos momentos», comentó Preciados. «No es algo prioritario», dijo Mateos, que aseguró que «no hay una demanda social para retirarla».

En estas apreciaciones coincidieron con Bello, que afirmó sentir «rubor» porque se estuviera debatiendo sobre la Cruz de los Caídos. Aclaró que la intención del gobierno es llegado el momento retirar la Cruz para cumplir con la ley de Memoria Histórica. Y recordó que en el estudio que se hizo en la pasada legislatura sobre los símbolos de la etapa franquista en la ciudad, la conclusión fue que «la Cruz de los Caídos era el principal símbolo franquista que quedaba».

«La ley -de Memoria Histórica-es clara y está para cumplirla», recordó Martín en la misma línea que Bello. El concejal de Unidas Podemos apostilló que «nadie está hablando de derribar, sino de trasladar», recordando que aunque el plan general de urbanismo protege la Cruz de los Caídos también permite su traslado. Martín agregó que la Cruz de los Caídos «no se puede interpretar como un símbolo religioso», sino «político -de la etapa franquista-».

También aludió a este asunto Salaya cuando al cerrar el debate reclamó que nadie plantee la retirada de la Cruz de los Caídos como «un símbolo religioso. «Es un debate sensible y peligroso como para llevarlo al terreno de los sentimientos religiosos».

Tras el debate de la moción se leyeron dos manifiestos presentados ante el pleno en defensa de la continuidad de la Cruz de los Caídos en la plaza de América.

Por parte de Vox Cáceres se remitió un comunicado en el que expresan su rechazo «frontal» a cualquier decisión que suponga el derribo o traslado de la Cruz.

Una discusión que se repite

No ha sido la primera vez ni será la última que se debate sobre la Cruz en el pleno

Han sido varios lo intentos de trasladar la Cruz de los Caídos. En el mandato de Juan Iglesias Marcelo se cambió la inscripción de la Cruz de los Caídos, el acuerdo se adoptó en 1984 y desde entonces la placa tiene la siguiente leyenda: «la ciudad de Cáceres en memoria de sus hijos muertos por la Patria». Fueron necesarias dos votaciones. Durante el mandato de Iglesias Marcelo también se pensó en su traslado al cementerio, pero entonces se desestimó por las dudas sobre si la Cruz de los Caídos soportaría el traslado. Su sucesor, Carlos Sánchez Polo, también valoró la sustitución de la Cruz por una fuente, pero el cambio se limitó a una reordenación del tráfico en la plaza.

En 2004 sí hubo un acuerdo de pleno para reordenar la plaza de América, además fue una decisión por unanimidad, una transformación que tenía que salir de un concurso de ideas. El acuerdo partió de una moción del grupo municipal de IU, que proponía el traslado de la Cruz de los Caídos al cementerio y la reordenación de la plaza de América. Pero esa propuesta inicial fue matizada por el gobierno local del PP para tener el apoyo unánime de toda la corporación. Esta puntualización consistía en que el acuerdo que adoptaría el pleno sería la convocatoria de un concurso de ideas y que sería el resultado del mismo el que determinaría la continuidad o no de la Cruz de los Caídos en la plaza.

El acuerdo que se tomó por unanimidad fue que se reformaría la plaza de América y que el nuevo diseño saldría de un concurso de ideas. También se consideró que no era una prioridad. El debate sobre la continuidad o no de la Cruz quedó en un segundo plano, condicionado a la reforma, aunque el ponente de la moción, el grupo municipal de IU, se mostró partidario del traslado de la Cruz al cementerio, entre otros motivos porque un espacio con tanto tráfico como la plaza de América no era el más adecuado para honrar a los muertos. La decisión fue que se remitiría el acuerdo del pleno a las comisiones informativas del ayuntamiento para trabajar en la licitación de este concurso de ideas, que se iba a convocar con un carácter nacional y para aprovecharlo como punto de inicio del gran bulevar que el plan de urbanismo diseñaba para comunicar el paseo de Cánovas y la plaza de América con la glorieta de acceso al Ceres Golf. Del concurso de ideas nunca más se supo. Posterior a ese acuerdo de 2004 fue la Ley de Memoria Histórica y la protección que el plan de urbanismo da a la Cruz, aunque permite su traslado.

En el pleno de este jueves se debatió sobre el alcance del acuerdo que el pleno tomó en 2004. Amores, con las actas de esa sesión, reiteró que lo que se decidió fue la convocatoria de un concurso de ideas y su estudio previo en las comisiones informativas. Mateos coincidió en que se trató de un acuerdo para la reforma de la plaza de América y no para retirar la Cruz. Bello y Martín sostuvieron que el acuerdo no solo implicaba la reforma, sino también el traslado de la Cruz al cementerio.

En su cierre de la discusión de la moción de Alcántara y Díaz, Salaya recordó que el debate sobre la Cruz de los Caídos «no termina hoy».