La Consejería de Cultura renunció el pasado mes de junio al concurso que había convocado para la redacción del proyecto de la Ciudad de las Artes. Aunque tampoco lo enterraba. Lo que quedaba claro es que no se podía acometer de forma global (se actuaba en 51 hectáreas situadas a entre 3 y 4 kilómetros del casco urbano). La razón: la crisis. Ahora el ayuntamiento ha ofrecido a Cultura la posibilidad de que dicho proyecto se instale en el poblado minero, al menos su "primera fase, el germen", puntualizó ayer el edil de Innovación, Víctor Santiago, solo minutos después de que la alcaldesa, Carmen Heras, confirmase que se está hablando con la Consejería de Cultura sobre esta posibilidad.

La Ciudad de las Artes es una iniciativa de la consejería con el fin de que en un mismo espacio se puedan instalar profesionales y empresas vinculadas a la cultura. Con la propuesta del ayuntamiento se pretende que esta idea no decaiga, aunque inicialmente se desarrolle de forma más modesta. Lo que ofrece el ayuntamiento son los dos edificios mineros rehabilitados: el Embarcadero y la nave colindante, Garaje 2.0, para albergar las primeras iniciativas culturales.

"Es un ofrecimiento de las infraestructuras", que sirvan para que se ponga en marcha la Ciudad de las Artes, apuntó el concejal de Innovación. Santiago recordó que los dos inmuebles suman 10.000 metros cuadrados.

Los dos edificios son una realidad, no obstante falta todavía su apertura. Pero en el poblado minero, que se separó de la urbanización Sierra de San Pedro cuando se decidió conservar las viejas casas de los mineros, hay otras dos intervenciones para consolidar su protección y desarrollo.

La alcaldesa aludió ayer a ambas. La primera es más sencilla: su declaración como Bien de Interés Cultural (BIC), con un expediente que ya está iniciado. La segunda es el plan especial, norma que regulará las actuaciones urbanísticas en el poblado minero, que está redactado. Pero su desarrollo dependerá de la capacidad de inversión pública y privada.

La alcaldesa aludió al ofrecimiento hecho a la consejería en la presentación de una publicación con las actuaciones realizadas con la iniciativa Urban-Calerizo, programada para el sexenio 2001-2006, aunque se prolongó hasta el 2008, con una inversión de quince millones.

En cuanto a la valoración de la consejería sobre esta oferta, desde Cultura la aplazaron hasta esta mañana, dado que ayer la consejera y el director de Promoción Cultural, quien, precisó Santiago, ya ha visto los edificios, estaban fuera de Mérida, acudieron al anuncio de las ciudades candidatas a la capitalidad cultural.

"POZO SIN FONDO" La tercera parte de los fondos europeos del Urban se los llevó la rehabilitación del edificio Embarcadero, cuya finalización y apertura se ha ido retrasando. La alcaldesa insistió ayer en que la decisión política es que se pueda abrir "antes de final de año", una vez que se hayan terminado los accesos y la urbanización. Heras recordó los distintos inconvenientes que ha tenido la obra --reformados en el proyecto para apuntalar el inmueble, diferencia con la adjudicataria de la obra, falta de acceso y retraso en la ejecución del mismo...-- y reconoció que ha sido "un pozo sin fondo".

La alcaldesa confió ayer en que no haya "otro conflicto mayor" que retrase la fecha de la apertura del inmueble. La intención del gobierno es que no solo el Embarcadero se inaugure antes de final de año, sino también la nave colindante (Garaje 2.0). Ayer no se detallaron los contenidos de ambos, sí se adelantó la oferta realizada a Cultura y se indicó que "hay peticiones de instituciones para ubicarse allí". Santiago añadió que se trabaja para que en la nave Garaje 2.0 se instale el centro europeo de empresas innovadoras.

En cuanto a la memoria presentada ayer, se han publicado 1.500 ejemplares con un coste de 17.000 euros. Heras añadió que todo el programa Urban-Calerizo, que desde su arranque ha pasado por cuatro legislaturas, está "terminado y certificado".