El Ayuntamiento de Cáceres precinta la cafetería del Carrefour por incumplir la normativa vigente y no solventar las deficiencias relativas a la accesibilidad y medidas de emergencia. La decisión se ejecutó el pasado viernes y, según explicó Máximo Suárez, propietario del negocio, que está disconforme con ella, el cierre supondrá el despido de sus cuatro empleados.

Sin embargo, la concejala de Urbanismo, María Eugenia García, aclaró que hace como un año y medio dictaron una resolución para que se clausurara el local si no se subsanaban las deficiencias. El ayuntamiento amplió el plazo para que lo hiciera. Sin embargo, siempre según la versión municipal, en abril se dio el último aviso y, transcurrido un mes, no se arreglaron y fue precintado.

"El problema es que el proyecto que han presentado no coincide con lo que hemos visto en el local. Hay baños que están detrás de una pared y no han presentados certificados de humos. Cuestiones que son necesarias para el funcionamiento y que se exigen a todos los locales de este tipo", aclaró García.

La opinión del propietario difiere de la del ayuntamiento. "Es indignante que por una normativa estúpida tenga ahora que despedir a mis empleados", sostiene Suárez, que asegura que sí llevaron a cabo las reformas exigidas. El ayuntamiento también ha detectado que no se cumplen las medidas contraincendios.