La comisión de Tráfico vio ayer la propuesta de aprobación inicial del proyecto de ordenanza municipal reguladora de la convivencia ciudadana y de la protección del entorno urbano que pretende, en palabras del concejal Santos Parra, "mejorar el clima de convivencia y civismo entre los ciudadanos de Cáceres". El aspecto novedoso de esta nueva ley es que contempla multas de entre 750 y 3.000 euros a quienes protagonicen conductas que supongan una agresión a los bienes e instalaciones públicas de la ciudad y sus pedanías.

La puesta en marcha de esta ordenanza vigilará muy de cerca aspectos relacionados con la contaminación visual (los graffiti entre ellos), rótulos, adhesivos, folletos, octavillas y similares, carteles y pancartas, especial protección del patrimonio artístico y monumental, actividades de concurrencia pública, establecimientos públicos, fuegos de artificio y actividades pirotécnicas, hogueras y fogatas, contaminación acústica, fuentes públicas, vertido de fluidos orgánicos, de escombros... El concejal dijo que además de la multa económica no se descarta que los futuros detenidos realicen actividades en beneficio de la comunidad.

La comisión también vio la propuesta de la ordenanza del taxi que, como ya ha venido informando este diario, contempla dos aspectos relevantes y polémicos, la concesión de licencias y la posible eliminación de la parada de la plaza Mayor y su traslado a Obispo Galarza. El concejal aclaró que antes de adoptar una decisión se buscará consenso.