La solución a los excrementos de los perros es una demanda en bloque de los vecinos de todos los barrios de la ciudad. El ayuntamiento ya ha puesto en marcha varias campañas de concienciación pero el problema continúa y es raro la calle o el parque en el que no haya que sortearlo. Los orines de estos animales no son menos problemáticos. De hecho estos restos destruyen y deterioran gran parte del mobiliario urbano.

En la ciudad hay fachadas sucias a causa de las micciones, bancos y farolas podridas, paredes que desprenden un olor desagradable,… El pis provoca un mayor desgaste y corrosión del galvanizado de la luminaria, lo que desemboca en una mayor porosidad y, por tanto, la oxidación de ésta. Ante esto el ayuntamiento ha tomado la decisión de proteger parte de este mobiliario, comenzando por las farolas. Así ha optado por pintarlas con un material especial con el objetivo de que no se oxiden (la mayoría de ellas están oxidadas por la parte más baja y cercana al suelo, lo que puede resultar peligroso para la instalación eléctrica y la manipulación de las personas que se encargan de su mantenimiento).

Según indicó el ayuntamiento, de momento el pis de estos animales no ha estropeado el funcionamiento de ninguna luminaria en la capital cacereña, pero el estado en el que se encuentran algunas de ellas puede llevar a que, en un futuro, lleguen a apagarse.

Se trata de una pintura que se aplica directamente sobre el material ya oxidado y del mismo color que los postes de las luminarias. Su función, además de arreglar lo oxidado, es proteger la base de los postes de la aparición de óxido provocado por el pis de estos animales. Así, la pintura actúa como repelente de la orina, impidiendo que que cale en el interior de la farola. Además impermeabiliza la zona, evitando así las filtraciones, la humedad y la aparición de hongos y olores.

EN UN CENTENAR / Por el momento el tratamiento se ha llevado a cabo en un centenar de farolas, las que se encontraban más deterioradas. La mayoría se encuentran en los parques y en las barriadas en las que existen un mayor número de perros censados. En la zona de El Perú ya lucen varias renovadas.

El tratamiento que se les aplica se realiza por fases: Primero se procede al lijado y al saneamiento de la base de la luminaria, después se forma una canaleta en el pavimento y se aplica antioxidante en la base metálica. A continuación se realiza un encofrado con resina que será lo que la proteja de futuras oxidaciones y se termina con la aplicación de la capa de pintura de poliuretano.