Cuatro meses después de que comenzasen a instalarse en las calles cacereñas las señales que limitan la velocidad a 20 y 30 kilómetros/hora, con el fin de reducir los efectos del tráfico y dar más seguridad al peatón, los resultados son tan efectivos y respaldados por los ciudadanos que la Concejalía de Tráfico y Seguridad Ciudadana ha decidido ampliar esta señalización a otras zonas que necesitan especial prudencia, sobre todo los colegios y el entorno de supermercados.

Valentín Pacheco, concejal responsable del área, afirma que se realizará un estudio sobre los espacios de la ciudad en los que convendría introducir estas limitaciones. "Se trata de una medida muy habitual en países como Francia, Bélgica y Holanda, donde existen miles de kilómetros de zonas a 30 km/h. Es una opción bastante interesante cuando hay proximidad de espacios con niños: colegios, parques, interior de urbanizaciones...", señala el edil. El estudio podría comenzar a aplicarse este mismo año en las zonas donde se decida la nueva señalización.

"En realidad nos gustaría haber empezado antes porque tenemos clara la efectividad de esta medida, pero hemos pasado una primavera con tantísimas citas de gran calado en la ciudad que ha resultado imposible que el Gabinete Técnico de la Policía Local se pudiera dedicar a otra cosa salvo atender esos eventos", explica el edil. No obstante, el concejal aclara que la limitación de velocidad no puede aplicarse en cualquier área de la ciudad, "porque hay calles que requieren un tráfico fluido y rápido".

Durante estos cuatro meses, las reducciones a 20 y 30 km/h se han aplicado sobre todo en la Ciudad Monumental y el casco viejo. "Ha sido una medida interesante, los vecinos no se han quejado, todo lo contrario, nos comentan que lo ven muy bien, que los vehículos se lo toman con más tranquilidad", indica Pacheco. Además, se ha hecho coincidir con un cambio en las direcciones de la circulación para evitar los problemas de estrechez en vías como el Adarve.