Las minas de Aldea Moret serán un reclamo turístico más de la capital cacereña. El ayuntamiento llevará a cabo la recuperación de uno de los pozos a través de un taller de empleo financiado por la Junta de Extremadura en colaboración con la Universidad Popular. Los trabajos serán realizados por cacereños desempleados, que recibirán formación en oficios de albañilería o recuperación de piedras.

El proyecto fue adelantado ayer por el concejal de Turismo, Francisco Torres, que no supo precisar cuándo comenzarán los trabajos, y coincide con el proceso para declarar Bien de Interés Cultural al poblado minero, que culminará en junio de 2011 . Aún no se ha decidido qué mina se recuperará porque, según explicó el concejal de Innovación y e-gobierno, Víctor Santiago Tabares, aún es necesario estudiar la zona. "Habría que bajar a los pozos porque es probable que estén inundados. Intentaremos recuperar la que mejor mantenga su estructura. Pero es solo una hipótesis", explicó Santiago Tabares.

La iniciativa tiene un doble objetivo. Por un lado, el estudio de la etnografía de la zona, lo que supondrá poner en valor el trabajo que hicieron los mineros en los siglos XIX y XX y la importancia que supuso para la ciudad. Y por otro, recuperar uno de los pozos para que pueda ser visitado por los turistas y cacereños. "La idea es que se revalorice alguna de las minas, de tal manera que la gente pudiera bajar a ella para comprobar cómo eran antiguamente", adelantó el edil de Turismo.

En la actualidad existe algo parecido en la mina de La Abundancia, donde se construyó un Centro de Interpretación de la Mina de Extremadura y que sirve para conocer la historia de este pozo desde sus comienzos en 1865.

Para situar a Cáceres como foco de extracción mineral hay que remontarse a 1864, cuando se descubrió fosforita (mineral rico en fósforo) en la ciudad. Este hecho supuso la creación de un asentamiento minero industrial que llegaría a contar con 12 pozos y 119 construcciones. La concesión más antigua de la que se tiene constancia es la de La Estrella (1864).

Aldea Moret recibió este nombre gracias a Segismundo Moret y Prendergast (político gaditano del partido liberal que fue seis veces ministro con Sagasta y llegó tres veces a la presidencia del gobierno). Gracias a su influencia logró que una rama del ferrocarril llegase hasta la boca de mina, con lo cual la fosforita pudo ser distribuida a todo el país. Con el tiempo se formaría un pequeño poblado y desde el año 1886 se exportó a países como Inglaterra, Alemania, Francia, Bélgica y Holanda. Su decadencia llegaría a partir de 1958, lo que obligó a la población a buscar nuevos asentamientos y el abandono de una zona que ahora volverá a resurgir.