Nada menos que 400.000 bolsas reparte mensualmente el Ayuntamiento de Cáceres para hacer frente a los excrementos de los perros, aún así la batalla contra las heces es cruenta y aunque el concejal de Infraestructuras, Miguel López, admite que "no es para tirar cohetes" sí estima que la iniciativa municipal "está dando sus frutos". La campaña Cáceres limpia , iniciada en octubre del 2007, comenzó con la instalación de 100 dispensadores de bolsas y un consumo de 100.000 unidades al mes. Ahora, poco más de un año después desde su puesta en funcionamiento, el edil hace balance y define como "un éxito" que esta cifra se haya cuadruplicado.

El responsable municipal es consciente del arma de doble filo que arrojan estos datos porque no todas las bolsas se utilizan para su función y en ocasiones son objeto de actos vandálicos. Aún así, el ayuntamiento fue previsor y las serigrafió aclarando su cometido.

La buena voluntad que el consistorio ha puesto en esta campaña --la primera de una envergadura semejante que acomete un gobierno cacereño-- la demuestra la aceptación que la misma ha tenido entre los barrios. Por eso, el gobierno estudia la instalación de más dispensadores --se estima la cifra de unos 50 más-- que se unirían a los ya existentes y que se colarían en las barriadas de Llopis Ivorra, Espíritu Santo, Las 300, Nuevo Cáceres, Aldea Moret, San Marquino, El Perú, Aguas Vivas y Pinilla.

RECINTOS CANINOS Además de los expendedores, la campaña Cáceres limpia incluía recintos caninos, espacios de aproximadamente 20 metros cuadrados con suelo de arena destinados a que los perros los utilizasen. En total se colocaron 12 instalaciones (ver gráfico) y las que más se utilizan son las de la plaza 8 de Septiembre de San Blas y la de avenida Rodríguez de Ledesma. Las que menos uso tienen son las de Montesol y Parque del Príncipe. Conyser las limpia diariamente y las desinfecta y desodoriza de forma periódica.

La campaña municipal también pasaba por la construcción de un área de esparcimiento canino en el Parque del Príncipe, elemento que el pasado mes de enero generó polémica entre propietarios de perros, que denunciaron su estado de conservación al considerar que el recinto estaba mal diseñado y ubicado. A ello hay que unir el vandalismo que la zona viene sufriendo. "Hay pintadas, roturas de carteles indicativos e incluso sustracción de dispensadores de bolsas", apunta Miguel López.

El área se sitúa en una zona del interior del parque y su función es que los animales puedan estar sin correa relacionándose entre ellos. De aproximadamente 1.500 metros cuadrados, la zona se ha cubierto con malla de simple torsión y una puerta. Dispone de bancos y elementos de recreo para los perros y su horario coincide con el del parque.

¿Ha surtido efectos la campaña? El concejal dice que sí. Asegura que las zonas donde se aprecia una notable mejora y los ciudadanos retiran en el acto los excrementos de sus mascotas son: plaza de Italia y su entorno, La Madrila, Cánovas, Ciudad Monumental, San Blas y parque del Rodeo, a cuyos vecinos el concejal envía su "reconocimiento personal por su magnífico comportamiento ciudadano y civismo". No sucede lo mismo en Moctezuma, Los Fratres, calle Argentina y su entorno y Cabezarrubia (son las zonas que no han mejorado pese a la iniciativa).