La huelga de los bares , que mantuvo abiertos toda la madrugada del domingo a 18 locales de copas de la plaza Mayor y La Madrila, provocó ayer una rápida y enérgica reacción municipal. El concejal de Seguridad Ciudadana, Santos Parra, aseguró que el ayuntamiento intervendrá con "todo el soporte legal" que tiene a su alcance y que "actuará para controlar el horario de cierre". El edil insistió en la "firmeza" del gobierno municipal en este asunto y comentó varias veces: "Seremos inflexibles ante esta avalancha".

Los hosteleros decidieron el sábado, de forma sorpresiva, echar un pulso a la política que el consistorio está realizando en el ferial. Los afectados insisten en que las autorizaciones para celebrar espectáculos en esta zona deben culminar a las dos. Parra estimó que los hosteleros "sólo buscan un argumento para cerrar más tarde" y recordó que en el ferial "no hay barras, están cerradas". Eso sí, se comprometió a que cualquier autorización que conlleve venta de bebidas culminará a las dos, pero aclaró que el botellón no tiene horario.

El concejal señaló que, en lo que compete a su área de responsabilidad, montará "todas las semanas el dispositivo policial, en la misma línea de rigidez y rigurosidad". En este sentido, la policía seguirá levantando expedientes sancionadores y luego será la Junta la que interponga la denuncia. Las multas suelen alcanzar las 50.000 pesetas, aunque algunas llegan a las 100.000.

EL BBTLO

El secretario de Comunicación de Juventudes Socialistas, Francisco Hurtado, también habló ayer y lo hizo para denunciar la existencia de un local en el ferial, de propiedad municipal y denominado BBTLO, que dispensa bebida a cualquier hora y que lo hace a menores de edad. El concejal Parra lo desmintió: "No está en funcionamiento. Las llaves las tengo yo y está cerrado. Si se abriera --dijo-- sería sólo por concesión, a través de un concurso público". Asimismo, Hurtado pidió al alcalde que "ratifique" la política de juventud del edil Javier Castellano.

A la reacción de Hurtado siguió la de la portavoz socialista Carmen Heras, quien apeló al diálogo y recordó que durante años "el ayuntamiento ha hecho la vista gorda con los horarios y ahora toma decisiones cortantes". Señaló que el hípico ha estado abriendo "de forma encubierta" y que se debe regular la situación para defender los derechos de los vecinos, de los jóvenes, pero también de los hosteleros.

Desde Izquierda Unida, su portavoz, Víctor Casco, consideró que la Ley de Ocio de la Junta y las licencias del ayuntamiento están en la raíz del problema y que las dos administraciones deberían sentarse a trabajar.

Por su parte, el presidente de La Madrila, Miguel Salazar, calificó de "vergonzosa" la actuación de los hosteleros y pidió a las autoridades que adopten medidas que eviten situaciones como las del sábado. "Va a a haber una alteración del orden público porque esto es demasiado", dijo.