La diputación y el ayuntamiento se alían para eliminar las escombreras ilegales. Con los votos a favor del PP, la abstención del PSOE y la oposición de IU y la concejala no adscrita Marcelina Elviro, el pleno extraordinario celebrado ayer aprobó un convenio de colaboración entre ambas instituciones para la adhesión municipal al Plan de Gestión de Residuos procedentes de la construcción y demolición en la zona sur de la provincia de Cáceres.

A falta de que se convoque en septiembre el concurso para adjudicar la obra, la principal infraestructura para atender este servicio será la construcción de una gran planta de reciclaje que atenderá a 88 municipios, donde se tratarán los residuos procedentes de puntos de acopio.

Valentín Pacheco, portavoz del gobierno municipal, defendió ayer la necesidad de esta infraestructura por los beneficios que supondrá para erradicar las escombreras sin autorización en un ambicioso plan del que participarán los municipios. La planta se situará en los alrededores de la capital y supondrá una inversión de casi seis millones.

Sin embargo, para Manuel Cruz, concejal de IU, este servicio debería de haber sido asumido por el ayuntamiento cuando se adjudicó la cantera de la Labradora, que opera en la ciudad y criticó que vaya a ser una empresa la que explote las nuevas instalaciones por el beneficio económico que le supondrá.