La única fuente de abastecimiento de agua a la ciudad es el pantano del Guadiloba, que está al 95% de su capacidad. Ya no se bombea del acuífero del Calerizo, según confirmaron ayer el edil José Joaquín Rumbo y fuentes de Canal de Isabel II, la empresa que tiene en concesión el servicio de suministro de agua. Los residentes del norte del casco urbano serán los que más van a agradecer el final de un abastecimiento iniciado hace más de un siglo con la captación de pozos de Las Minas y del Marco, donde está el de San Jorge, del que se ha estado sacando agua en los últimos años.

Una de las consecuencias de que se termine con el bombeo de agua subterránea para consumo en hogares es que el cauce del Marco aumentará, que es una de las recomendaciones hechas en el proyecto para la revitalización de toda la Ribera, que tiene que ser en el este de la ciudad lo que es en el oeste el parque del Príncipe.

El ayuntamiento presentó ayer dos actuaciones puntuales en esta zona: la regeneración de la charca del Marco y del entorno de Fuente Fría, que forman parte del plan global de recuperación de la Ribera, aunque son proyectos independientes, ya que están financiados con fondos de la iniciativa Urban, lo mismo que la recuperación integral de la Charca Musia. El proyecto y ejecución de las obras en estos tres entornos saldrán a concurso con un precio de licitación de 609.000 euros.

UTILIDADES PARA EL ACUIFERO

Uno de los destinos pensados para el acuífero es su uso para el riego de parques, comenzando por el Rodeo, el más próximo al pozo de San Jorge. Residentes de La Mejostilla, en el norte urbano, se oponían a consumir el agua del acuífero por su contenido en cal.