El ayuntamiento y la dirección de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) mantienen discrepancias sobre algunas de las cláusulas del convenio que debe regular el funcionamiento del nuevo centro cacereño. Estas discrepancias han paralizado la firma del documento que, dos meses después de iniciarse el curso, sigue sin rubricarse por ambas partes.

Consuelo Boticario, directora del centro asociado de Plasencia, del cual depende el aula de Cáceres, explicó ayer que la UNED tiene un convenio marco para todos sus centros y extensiones y éste es el que se debe firmar con el Ayuntamiento de Cáceres, como se ha hecho en Plasencia, Coria o Navalmoral, donde existen este tipo de servicios y "no ha habido nunca ningún problema".

El edil responsable de la UNED, Francisco Javier Castellano, aseguró, por el contrario, que en ningún momento se informó de que hubiera un convenio marco y que el documento presentado "hipoteca el futuro del edificio Valhondo".

CESION DEL EDIFICIO Castellano mantiene que una cláusula del convenio especifica que, en caso de rescindirse dicho acuerdo con el municipio, la UNED seguiría haciendo uso del edificio y mantendría las clases. "El ayuntamiento no puede ceder casi por vida este centro porque no es propiedad municipal --es de la fundación Valhondo--", aclaró el edil. La dirección de la UNED, según Castellano, ha pretendido cambiar el contenido del convenio "a posteriori".

Boticario, por su parte, declaró que el edil no había concretado en qué apartados se estaba en desacuerdo. "Al principio no se pusieron pegas. El concejal tiene el convenio marco desde el 15 de octubre, que se lo entregué en persona, y hace dos años ya se les facilitó en la UNED en Madrid. La UNED de Madrid y el consorcio de Plasencia ha aprobado este convenio marco y no otro, y éste es el que se debe firmar", señaló.

LOS FONDOS La directora de la UNED aseguró, además, que ya se había incluido un anexo que hacía referencia a la cesión del edificio por parte del ayuntamiento. En cuanto al dinero, confirmó que los profesores están sin cobrar porque el ayuntamiento no ha transferido los fondos, pero cobrarán aunque el consistorio no pague.

Javier Castellano también se refirió ayer a los fondos con los que cuenta este centro. Destacó que todos provienen de las arcas municipales. "El ayuntamiento paga desde los folios, hasta los lápices, el personal y todo. El dinero de las matrículas de los alumnos no sabemos dónde va", manifestó. El centro inició las clases en noviembre y tiene unos 300 alumnos matriculados.