El primer bloque de medidas de control del gasto se anunció a mediados de junio. Fueron fundamentalmente tres, la primera de ellas, que cualquier propuesta de gasto corriente del ayuntamiento estará fiscalizada de dos formas diferentes en función de la cuantía. Para los importes inferiores a 3.000 euros deberá contar con el visto bueno del concejal de Economía y Hacienda, Sergio Velázquez. En el caso de que el importe sea superior a esa cifra, será además necesaria la autorización de la junta local de gobierno. La medida ya está en marcha y el balance "es muy positivo", señaló ayer Nevado, que destacó que hasta la puesta en marcha de estas medidas, "se había tratado el dinero público como si no fuera de nadie". Explicó que en una reciente avería que ha habido en los aparatos de aire acondicionado, se presentó una factura de más de 30.000 euros que se ha visto reducida después a 11.000 euros.

Otra medida en marcha es la realización de un análisis del gasto que supone a las arcas municipales las horas extraordinarias que realizan los funcionarios, con el fin de racionalizar su uso. El gobierno local justifica esta medida porque considera injusto cargar a los trabajadores con más horas de las necesarias y porque por esas horas el trabajador percibe el doble que por una hora ordinaria de trabajo.

La tercera medida pretende poner control al gasto energético. Para ello se encargó al área de Fomento una auditoría energética.