El nuevo presidente del Banco de Alimentos de Cáceres, Juan Carlos Fernández Rincón, informó ayer en una reunión mantenida con las entidades beneficiarias sobre la reducción de la ayuda europea en 1.000 millones de euros para el periodo 2014-2020, lo que supone un recorte de 3.500 a 2.500 millones de euros respecto al septenio anterior. Además aseguró que de esos 2.500 millones a España le corresponden, "dependiendo de los países que firmen el convenio", 280.250.000 euros, por lo que no comprende que "el presupuesto sea más pequeño cuando hay más necesidad".

A pesar de esta situación, Fernández se mostró satisfecho por el respaldo recibido de los ciudadanos: "cada día noto un apoyo de toda la ciudadanía, la gente tiene que colaborar porque hay más necesidad

PLAN DE TRABAJO Respecto al plan de trabajo previsto para este año, la representante del Banco de Alimentos, Montaña Reguera, aseguró que "las necesidades para 2013 están aseguradas". Asimismo habló sobre el plan de ayuda, que comenzará en el mes de junio, y por el que el Banco recibirá alrededor de 396.000 kilos de alimentos en tres fases.

En la primera de ellas se prevé recibir en torno a 99.000 kilos, por lo que se ha conseguido un aumento respecto a la primera fase de 2012, que fue de 62.000. "Este incremento era absolutamente necesario puesto que la población también ha aumentado considerablemente", dijo Reguera, quien afirmó que hay seis entidades que "todavía no están dadas de alta pero solicitan ingresar en el plan". En la segunda fase, por su parte, se distribuirán 80.000 kilos de alimentos y en la tercera, unos 218.000.

Referente a las ayudas europeas, el presidente del Banco destacó que en 2020 la UE se ha fijado reducir en al menos 20 millones el número de personas en situación de riesgo de pobreza o exclusión social. También aseguró que el fondo comunitario contempla como novedad, además de la falta de alimentos, incluir la carencia de vivienda y la privación de material infantil.

Por otra parte, Fernández respondió a preguntas de los periodistas que desde la organización se quiere potenciar en un futuro la recogida de ropa y la reinserción laboral. Por ello, aprovechó para aconsejar a las asociaciones participantes, de las cuales un 90% pertenecen a Cáritas, sobre la necesidad de no desperdiciar los alimentos que reciban.

Respecto al robo de 3.000 kilos que se produjo el pasado mes de diciembre de 2012, el dirigente aseguró que la investigación policial sigue abierta y sentenció: "Es triste robar a alguien que verdaderamente lo necesite, creo que no puede haber algo más mísero en la vida".