"Documentos de valor histórico y también de valor cotidiano", así definió ayer el responsable del Archivo Histórico Municipal de Cáceres, Fernando Jiménez Berrocal, los 12 escritos que se han ido exponiendo mensualmente durante el pasado 2015 en el Palacio de la Isla, sede del Archivo Histórico Municipal, y que la concejalía de Cultura ha recopilado en una publicación que presentó ayer con la presencia del concejal del área en cuestión, Laureano León, que habló de la importancia de "divulgar, preservar y poner en valor" estos documentos, ya que "no hay mejor forma de mantener el vínculo con Cáceres que conocer su pasado".

Así, Berrocal repasó ayer los 12 documentos que protagonizaron la edición del pasado año de esta iniciativa, los 'Documentos del Mes', que nació en 2012. La publicación, diseñada y maquetada por Rubén Ramos Morales con textos del propio Berrocal, recoge desde litigios por el uso del agua de la Ribera por molineros u hortelanos en el siglo XVII hasta sentencias por la proliferación de bandoleros allá por 1819, pasando por los planos del alcantarillado del Río Verde en 1864.

También se puede ver un poema de Jesús Delgado Valhondo, que presentó al concurso de juegos florales en 1949 con motivo del 25 aniversario de la coronación canónica de la Virgen de la Montaña, o el programa que se desarrolló para celebrar la entronación de Isabel II en 1843.

Arco de la Estrella

Entre la docena de escritos destaca el publicado en abril del 2015: una copia del plano original de construcción del Arco de la Estrella, que se trata del único documento que no pertenece al consistorio, sino que ha sido cedido por el Archivo Histórico Nacional, poseedor del original. En el plano se puede observar la ubicación del Arco de la Estrella, así como el dibujo de cómo habría de quedar un espacio de la villa que se convertiría en el principal acceso al recinto intramuros y en una de las imágenes que identifican la Ciudad Monumental.

El Arco de la Estrella, que sustituyó a la denominada Puerta Nueva, se edificó a partir de 1726 sobre el proyecto del arquitecto Manuel de Lara Churriguera y fue sufragado en su totalidad por el noble local Bernardino de Carvajal, propietario del Palacio de Moctezuma.

Asimismo, el presupuesto para la adquisición de bancos para el parque de Cánovas en 1897 protagonizó el documento del mes de febrero del 2015. En él se aprecian los catálogos que diferentes empresas enviaron al ayuntamiento cacereño para publicitar los diferentes tipos de bancos, tanto en hierro como en madera, que se habrían de adquirir para embellecer el nuevo paseo. Diseños, algunos, que permanecen vigentes en la memoria de muchas generaciones de cacereños, que utilizaron los bancos de Cánovas como lugar de reposo en sus paseos por este céntrico enclave del ocio local.