A principios de marzo llenó dos noches seguidas el Palacio de los Deportes de Madrid con más de 30.000 fieles. José Luis Figuereo Franco, Selu para los amigos y El Barrio en los escenarios, ha vendido ya 7.500 entradas para el concierto de mañana en Cáceres (recinto hípico, 22 horas), organizado por Caja Duero. Exponente del flamenco modernizado con aires de rock andaluz, una de las figuras musicales del momento responde, solo por correo electrónico por indicaciones de su productora, a las preguntas de EL PERIODICO.

--Ahora que ya tiene el respaldo del público en aplausos y ventas, ¿qué le sigue manteniendo sobre las tablas?

--Precisamente eso. El respaldo y el cariño del público son lo más importante y, mientras estén al nivel que ahora mismo, mi deber es corresponderles.

--¿Qué queda de aquel chaval que creció en un barrio flamenco de Cádiz?

--El recuerdo de lo vivido y esas experiencias que marcan tu vida. Son mis raíces a nivel personal y profesional.

--Usted, que se buscó la vida en tablaos, ¿qué hace ahora para no perderle el pulso a la calle?

--Llevo una vida muy tranquila y sencilla y a pesar de que no salgo mucho, cuando lo hago voy a los sitios donde va todo el mundo, a comprar el periódico, a pasear por la playa, etcétera. Hablo con la gente y estoy al día de todo.

--Porque en la trastienda de la música aparecen muchos amigos cuando llega el éxito, ¿no?

--Es la vida misma. Siempre ha sucedido así y en cualquier profesión cuando eres desconocido no suena tu teléfono pero, cuando te llega el éxito, te salen amigos hasta debajo de las piedras.

--¿Por qué ahora el flamenco está arriba y no lo estaba antes?

--El flamenco siempre ha tenido su sitio. Artistas como Manolo Caracol o Camarón, por ejemplo, son exponente del pasado flamenco. Sin embargo, ahora también hay gente muy válida. Lo que cambia son los tiempos.

--Cuando mira al mar andaluz, ¿qué piensa?

--Que no hay nada más hermoso ni más relajante.

--¿Le da miedo la muerte?

--Como a cualquiera, pero no pienso en ella, no me obsesiona.

--¿Cómo se ve la vida a sus 38 años recién cumplidos?

--Me siento un privilegiado por poder hacer lo que me gusta y encima tener éxito. Tengo que ser optimista y ver la vida de color de rosa.

--¿Qué le ha aportado La voz de mi silencio , su último trabajo?

--La voz de mi silencio es un paso más en mi carrera, un disco que me ha dado muchas satisfacciones, ya que por primera vez fue número uno en ventas la semana que salió al mercado y me está permitiendo hacer una gira muy exitosa.

--¿Qué valora por encima de todo?

--La honestidad, la fidelidad y la amistad.

--¿Con quién le gustaría compartir vida o escenario?

--Me gusta compartirla con mis seres queridos y el escenario, a lo mejor con Paco de Lucía.

--¿Las multinacionales tendrán que cerrar por las descargas gratuitas en internet?

--Espero que no, pero como sigamos así, me temo lo peor.

--¿Se acuerda de la última vez que lloró?

--Debió de ser hace mucho porque no lo recuerdo, aunque me emociono con facilidad.

--Lo de llevar sombrero se lo habrán preguntado millones de veces...

--Pues sí, efectivamente, el sombrero es lo que separa a El Barrio de José Luis Figuereo.

--Que se hable de rock andaluz o música andaluza, ¿a qué le suena?

--Me suena a Triana, Medina Azahara, etcétera. Andalucía y sus artistas siempre han aportado mucho a la música a todos los niveles en España.

--¿Qué le sugiere Extremadura? ¿Y Cáceres en particular?

--Es una hermosa tierra, cuna de descubridores, con pueblos preciosos como Guadalupe, Trujillo, con buena gente y buena comida. Cáceres cuenta con una ciudad monumental y un casco antiguo maravilloso que tiene duende.

--Cáceres es una de las candidatas a la capitalidad del 2016 como Córdoba y Málaga. ¿Apuesta por alguna ciudad?

--Todas son merecedoras de llevarse el título. Cada una tiene cosas increíbles, mucha cultura y historia. Si se lo lleva Cáceres, me parecerá justo.