Ha sido vertebrador de la vida social y económica de la ciudad y por sus instalaciones han pasado más de 500.000 personas. Aunque sus orígenes hay que buscarlos en el Tercio de Segovia, fundado por Carlos II en el siglo XVII y establecido en Cáceres en 1919, lo cierto es que el Centro de Instrucción de Reclutas (CIR) no se constituye en la ciudad hasta 1964.

Pero desde el 2001, año en que el general Pardo de Santayana, jefe del Estado Mayor del Ejército, anunciara el cierre de la base militar, Santa Ana ha vivido pendiente de su futuro y la ciudad ha visto con inquietud cualquier movimiento que se diera en torno al Cimov.

La intención de cierre generó tal conciencia en Cáceres que incluso se creó la Plataforma El campamento no se cierra, constituida por 30 colectivos de la ciudad, que contó con apoyo expreso de los políticos y que lideró el conocido dirigente vecinal Raimundo Medina.

Pero el final del túnel comenzó a verse con más claridad el 1 de junio del 2004, cuando el entonces ministro de Defensa, José Bono, anunció en una visita a la ciudad la creación de un regimiento de ingenieros con 100 mandos y 500 soldados. A la visita de Bono, siguió un año después la de Santos Castro Fernández, director general de Enseñanza Militar y Reclutamiento del Ministerio de Defensa, que aseguró que el Cimov continuaría como centro formativo del Ejército.

Posteriormente, el 14 de febrero del 2006, el propio José Bono, en presencia de los entonces presidente de la Junta de Extremadura y alcalde de Cáceres, Juan Carlos Rodríguez Ibarra y José María Saponi, respectivamente, reiteraba el sí definitivo a un regimiento que, aunque con retrasos sobre las fechas iniciales, parece que estará por fin en la ciudad a finales del año 2009.