La organización del Womad hace aguas. Es inexplicable, por no utilizar otro calificativo, que a menos de cuatro semanas del presunto inicio del festival no se conozca el cartel, la duración, el presupuesto y la ubicación de los conciertos. Si no fuera porque a estas alturas todos tenemos asumida la importancia que el certamen multiétnico tiene para Cáceres y para Extremadura, pensaríamos que los patronos del Consorcio Gran Teatro, encargados de tripular el evento, lo están ninguneando con no se sabe qué intenciones.

Con suerte, los múltiples interrogantes que sigue habiendo en torno a la ubicación del grueso del festival --en la parte antigua o el hípico-- no se despejarán hasta el miércoles 13 de abril, por lo que sólo quedarán 17 días hábiles de margen para ultimar la edición 2005. ¿Qué forma de trabajar es ésta? ¿Porqué se improvisa el certamen músico-cultural de más calado de la región?

Es momento de que alguien --no sé quien-- ponga algo de cordura en todo esto. No basta con decir que el festival debe seguir y ser mejorado, hay que demostrarlo con hechos. El despropósito de este año debe servir para corregir errores y definir de una vez por todas un modelo de Womad serio, sostenible en el tiempo y exento de las polémicas baldías de los últimos años.

*Periodista